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Lunes, 10 julio 2017 13:32

Cardenal Osoro a los jóvenes de Madrid: «Jesús es el antídoto contra el cansancio y el agobio»

El pasado viernes, 7 de julio y primero de mes, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, celebró la tradicional vigilia de oración con jóvenes en la catedral de Santa María la Real de la Almudena. El prelado fijó su mirada en cada uno de los allí presentes, para animarles a descubrir «la ecología de un cristiano». Así, rememorando cada misterio de la Palabra y a un Dios que «no puede tener privilegios con nadie», señaló que «lo que quiere decir el Señor solo puede ser dictado por la gente sencilla, que no tiene prejuicios»; mientras que «los engreídos, los autosuficientes y los sabios tienen capacidad para crearse su propio Dios», pero «un Dios que siempre se parecerá a ellos mismos».

Esta es nuestra ecología, destacó, «la que nos reúne a nosotros en torno a Jesús». Ya que en Él «comprendemos y entendemos quién es el hombre, quienes somos nosotros y quién es Dios». Por eso, señaló «tres aspectos esenciales» que el Señor regala para vivir en esta ecología del cristiano.

La experiencia de sentirnos amados

En primer lugar, «todo nos ha sido dado» y «estamos aquí porque nos ha sido dada la vida; es su amor el que nos está dando en todo momento», dijo. De esta manera, «el fondo de la realidad última no es nada sino amor». La realidad última no es la nada, aseveró, «sería terrible»; ya que «la realidad última es el amor, eres tú Señor, que has dicho de ti mismo que eres el amor, el camino, la verdad y la vida».

Además, subrayó que, en segundo lugar, «conocemos todo por Jesús». Porque «"Nadie conoce al Hijo, sino el Padre", decía Él», y «nosotros podemos decir lo mismo, podemos reconocer que todo nos ha sido dado, que el Padre reconoce al Hijo en profundidad y esta es la experiencia nuclear de la vivencia de Jesús». De esta manera, «la experiencia humana más profunda que podemos hacer es la de sentirnos amados».

Y, en tercer lugar, «Jesús es el antídoto contra el cansancio y el agobio». Y, por eso, «nos dice "Venid a mí los que estáis cansados y agobiados", sí, "y yo os aliviaré"». Jesús, afirmó, «se dirige a los cansados, a los que andan sin sentido, a aquellos no pueden más, a los que dejamos al margen, a los abatidos por los sufrimientos de la vida», y «entre esos cansados y agobiados, podemos estar nosotros».

Nadie está excluido del amor de Dios

Y de ese amor, concluyó, «no está excluido nadie», incluso «aquel que pueda insultar al Señor, aquel que no le respeta, no está excluido de su amor». Un amor que «libera a todos, ilumina a la oscuridad y llena los vacíos de nuestro corazón», porque «Jesús sana, cura y es el verdadero consuelo».

Las vigilias se retomarán el viernes 1 de septiembre.