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Jueves, 19 octubre 2017 13:23

«La explotación es algo malvado, cruel y criminal»

Trata 1

Coincidiendo con el Día Europeo contra la Trata, la parroquia de San Francisco Javier acogió este miércoles, 18 de octubre, una jornada de sensibilización sobre El negocio de la trata y la esclavitud de menores en España, organizada por el Grupo Intereclesial sobre Trata –integrado por CONFER, Cáritas Española, Justicia y Paz, la Fundación Cruz Blanca, la Fundación Amaranta y la Comisión Episcopal de Migraciones–.

«Son niños, no esclavos», fueron las palabras que, declamadas por todos los presentes y a una sola voz, emprendieron la jornada. Un silencio de oración que, a golpe de plegaria para pedirle a Jesús «por todas las personas que están sufriendo, en el día de hoy, el ser víctimas de trata», fue quebrado por el testimonio de M.ª Teresa Compte Grau (Universidad Pontificia de Salamanca), Isabel Lázaro González (Universidad Pontificia de Comillas), Neus Prats Reig (Fundación Cruz Blanca) y y Marta Vara Novillo (Fundación Jóvenes y Desarrollo - Sierra Leona). Compte, con su mirada de vida y fe, fue la encargada de moderar una mesa redonda que animó a los presentes a ponerse en actitud abierta y sin miedo a lo que el Espíritu les quería decir.

Trata 2

«Estamos ciegos ante la trata»

Isabel Lázaro, profesora en la U. P. Comillas desde 1985, dedica sus días a cuestiones de nacionalidad y extranjería, de relaciones familiares y del menor. La especializada en Derecho de la Infancia y directora del departamento de Derecho Privado, comenzó enumerando algunos casos reales de lo que está ocurriendo. «Estamos ciegos ante la trata porque no identificamos a las víctimas», señaló, «porque la trata tiene una presencia de unas dimensiones que no llegamos a medir». No hay datos fiables en Europa sobre lo que está ocurriendo, dijo Lázaro, «aunque sabemos que estamos ante un negocio que supera, por ejemplo, el tráfico de armas o de drogas…». Así, destacó las dos caras de una explotación de personas: «la de la víctima, que es tremendamente compleja, y la de quien explota y participa de ello». España es «uno de los países en lo que se consume más prostitución». Y ante esta problemática y desde el punto de vista del derecho, apeló al sistema, que «está muy ciego ante la trata». Por ello, hizo un recorrido a través de la realidad española, por medio de nombres propios y reales, para demostrar que «si la mujer no se reconoce, nadie identifica en ella una situación de explotación de estas características».

A su lado, Neus Prats –trabajadora social y responsable de una vivienda tutelada para víctimas de trata con hijos a cargo desde 2013–, confesaba su agradecimiento por poder participar en esta jornada, ya que «es una realidad que tenemos a nuestro lado y muchas veces no somos conscientes». Prats explicó, paso a paso, qué hacen en los recursos de acogida cuando viene una madre víctima de trata con un menor, también víctima del mismo caso. «Nuestro modelo está centrado en la persona, con intervención integral y nos coordinamos con recursos propios y externos», expresó esta trabajadora social, que dirige y coordina un proyecto como recurso de acogida y recuperación para las víctimas de trata. En su quehacer diario, poseen cuatro viviendas: tres para mujeres y una para hombres (siendo la única que acoge a hombres víctimas de trata). Prats habló de nacionalidades, recursos, insomnios, situaciones, terrores nocturnos, edades… Y subrayó el papel de los menores que «están siendo maltratados antes, durante y después del nacimiento». Neus justificó con alegría sus cansancios y subrayó, con su testimonio, que «nada es más fuerte que la paz».

Trata 5

Con la mirada puesta en las mujeres y en los niños

Desde Sierra Leona, Marta Vara –que trabaja con menores que son víctimas de trata– desplegó los tintes principales de su labor. La técnico de la fundación Jóvenes y Desarrollo, de los salesianos de Don Bosco, que también trabaja en Ghana en un centro de menores víctimas de trata y órganos, relató el reflejo de los países de origen de las víctimas de trata.

Tras las aportaciones, compartieron un diálogo abierto sobre el consumo del sexo, las cifras, las mafias, la lucha contra el crimen organizado, la explotación del cuerpo de la mujer, el quehacer de España ante este tema, los recursos necesarios para acabar con ello, etc. «Pongamos la mirada en las mujeres y en los niños», y «pidamos por las personas que pertenecen a las mafias, como nos pide el Papa Francisco, para que se conviertan y no haya más trata», insistió Ana Almarza, religiosa adoratriz y directora del Proyecto Esperanza.

Trata 3

La ternura y la indignación de Dios

Antes del adiós, el vicario de Pastoral Social e Innovación de Madrid, José Luis Segovia, leyó un mensaje que el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, les dedicó a todos los allí presentes, ante su imposibilidad de asistir. «Cada año, miles de hombres, mujeres y niños son víctimas inocentes del trabajo, la explotación sexual y el tráfico de órganos», pronunció. «Se trata de una terrible realidad a la que nos estamos acostumbrando como si fuese una cosa normal, cuando es algo “malvado, cruel y criminal”, como denunciaba enérgicamente el Papa Francisco».

El prelado manifestó su apoyo y el de toda la Iglesia que peregrina en Madrid a quienes están «en la primera línea de atención» de estas realidades: «La presencia de vuestras entidades eclesiales hace visible la ternura y la indignación de nuestro de Dios ante cotas tan altas como evitables de dolor humano». Y pidió que Jesús, «sanador de corazones rotos, bálsamo de heridas aparentemente incurables y auxilio maternal de la Virgen María», les ayude al milagro de la reconstrucción personal y «nos regale la fortaleza de seguir poniéndonos radicalmente del lado de las víctimas de esta lacra y proseguir denunciando los mecanismos perversos de los que se nutre este crimen».

Trata 4

Y así llegó el fin de la jornada y el abrazo de despedida, hecho canción en un fraternal y digno hasta pronto. Porque, al fin y al cabo, todas las personas tenemos la misma dignidad y los mismos derechos, sea cual sea nuestro origen, nuestro credo y nuestro color, y reconocer eso, como dijo Isabel Lázaro, «no es hacer una frase bonita, es hacerlo verdad en el día a día».

Vídeo de la mesa redonda