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Sábado, 25 abril 2020 11:58

El economato 'Cáritas multiplica' se adapta a las nuevas situaciones creadas por la pandemia

El economato 'Cáritas multiplica' se adapta a las nuevas situaciones creadas por la pandemia

En estos tiempos excepcionales que estamos viviendo a causa de la pandemia provocada por el COVID-19, y al Estado de alarma declarado por el Gobierno de España, Cáritas Diocesana de Madrid busca la manera de seguir ofreciendo su ayuda a las familias vulnerables a las que atendía antes de esta crisis.

Este es el caso de Cáritas multiplica, un economato solidario de Cáritas Diocesana de Madrid que continúa con la labor que viene realizando desde sus inicios, pero adaptándose a las situaciones concretas de los usuarios.

Ubicado en Bravo Murillo, 316, fue fundado en abril de 2014 ante la iniciativa de un sacerdote que planteó la necesidad de donar los alimentos a las personas necesitadas de una manera más digna. Con el economato, se facilita que las familias puedan elegir los productos que necesitan o que van a consumir.

En sus inicios, atendía a 40 familias al mes. Y en la actualidad da servicio mensual a 250 familias de 13 parroquias diferentes, pertenecientes al territorio de los arciprestazgos de Nuestra Señora de las Victorias, San Federico y Santa María Micaela.

Para recibir la ayuda, cada familia es derivada por su parroquia y sometida a un estudio previo. Según el mismo, se establece el saldo mensual del que esa unidad familiar dispone para adquirir productos en el economato.

La compra se realiza semanalmente, el día y la hora asignados previamente. De los productos adquiridos, los usuarios pagan el 20 % de su importe, y el 80 % restante lo financia Cáritas Diocesana de Madrid. En las instalaciones del economato, las familias encuentran alimentos suficientes para cubrir las tres comidas del día, incluidos carne y pescado congelados, productos de higiene personal y otros para la limpieza del hogar.

Medidas excepcionales

Durante este tiempo de crisis, el economato mantiene su labor respetando las normas dictadas por las autoridades sanitarias, y atendiendo a las situaciones concretas de las familias beneficiarias.

Como la mayoría de sus voluntarios son personas mayores, que no pueden salir a la calle, los servicios centrales de Cáritas Diocesana de Madrid han proporcionado gente joven para asegurar el mantenimiento de este servicio que abre sus puertas lunes y martes, una semana, y jueves y viernes, la siguiente.

Para respetar el confinamiento de las familias, el centro permite que realicen la compra correspondiente a quince días en una sola visita.

En situaciones normales, el responsable de la unidad familiar es quien debe acudir a recoger los productos. Pero en estos días se está haciendo una excepción con esta norma, y permiten que deleguen esta tarea en otra persona.

En el caso de familias cuyos miembros son mayores o que por otros motivos no puedan salir a la calle durante el confinamiento, se les autoriza a que realicen su compra por teléfono y sacerdotes y voluntarios se la llevan a sus domicilios.