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Miércoles, 03 junio 2020 15:11

Familias con niños acuden a San Antonio del Retiro en busca de ayuda

Familias con niños acuden a San Antonio del Retiro en busca de ayuda

Las familias en situación de necesidad se han disparado desde el inicio de esta crisis provocada por la pandemia del COVID-19.

Pilar Carrasco, responsable de la Cáritas parroquial de San Antonio del Retiro (Duque de Sesto, 6), de los padres Franciscanos, explica que han continuado trabajando durante todo el confinamiento. «Hemos mantenido el contacto por teléfono y por email con aquellas familias que ya atendíamos antes de que comenzara esta crisis. Y además nos hemos encargado de las nuevas situaciones que han ido surgiendo».

«Cuando comenzó el Estado de alarma, pusimos un cartel en la puerta de la Iglesia con los datos del despacho de acogida. Y la gente que lo necesitaba nos ha llamado». También desde Cáritas Vicaría II les han remitido a personas de la zona en situación de necesidad, «y les hemos atendido».

Además, «somos beneficiarios del Banco de Alimentos. Y en algún momento al comienzo de estos dos meses y medio nos preguntaron si estábamos funcionando. Les dijimos que sí, y nos convirtieron en lo que llaman “entidades de cabecera” en nuestro distrito postal. Así, en coordinación con los Servicios Sociales, nos han derivado a gente, aunque no pertenecían a la parroquia. A cambio, ellos nos han entregado los alimentos en la parroquia, con lo cual no hemos tenido que ir a sus almacenes a buscarlos».

Según esta voluntaria, antes se hacía un seguimiento «de forma regular» a 25 familias. «El 16 de marzo las familias atendidas fueron 23, con un total de 69 personas. Y en el último reparto, hemos atendido a 35 familias con un total de 108 personas, 32 de ellas niños entre 1 y 15 años».

El perfil de las nuevas situaciones responde a personas «que están sin empleo. Muchas de ellas trabajaban en la hostelería. Y ahora están en situación de ERTE, que no han cobrado ni saben cuándo van a cobrar. Algunos tienen reservas económicas para pagar recibos, como el alquiler o la luz, pero no les da para todo». Por eso, les ayudan con la comida. «Entre ellos, hay familias españolas. Y algunas vienen derivadas de los colegios de los niños, para que no se queden sin comer».

Reparto de alimentos

Pilar afirma que la actividad que han desarrollado para el reparto de alimentos «ha sido brutal». «Entre el 16 de marzo y el 1 de junio, hemos repartido un total de 3.810 kg de alimentos de los cuales 2.862 kg procedían del Banco de Alimentos y 948 kg de nuestro almacén, bien de la última Operación Kilo de la parroquia que se hizo el 7 y el 8 de marzo o de los donativos, en dinero o en alimentos, de personas de nuestro grupo, otros de la parroquia y de varios feligreses».

El Banco de Alimentos hace dos entregas al mes, «una de no perecederos y otra de fruta y verdura». «El jueves pasado nos dieron 717 kilos, que repartimos enseguida. Y este lunes nos han llegado  más de 300 kilos de frutas y hortalizas, que también hemos distribuido». Esta última entrega ha sido complementada «por 120 kilos de alimentos que nos hizo llegar un voluntario de Cáritas, para reforzar la ayuda».

Y es que, después de tantos años repartiendo ayuda, son conscientes de que las familias necesitan también proteínas. «Intentamos compensar lo que les damos», subraya. Para ello, realizan compras gracias al dinero aportado por el grupo de Cáritas y el de matrimonios.

Si antes repartían los primeros y terceros lunes de mes, «durante el momento más álgido de la pandemia entregábamos la ayuda a las familias a medida que iban llegando. Como una respuesta inmediata ante la necesidad. Incluso se lo llevábamos a su domicilio». Después, «hemos intentado dar más cantidad, para reducir los desplazamientos».

Pilar Carrasco comenta que se han asociado al FEAD (Fondo Europeo de Asistencia a los Desfavorecidos), que cuenta con una rama de alimentos. «El primer reparto de ayuda nos llegará a finales de junio o primeros de julio», concluye.