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Viernes, 18 junio 2021 14:54

Los futuros diáconos, ante su ordenación: «Por favor, rezad por nosotros»

Los futuros diáconos, ante su ordenación: «Por favor, rezad por nosotros»

Cuando Jesús Perea tenía 16 años, el Señor le «lanzó un dardo y desestabilizó todo». Él tenía sus propios planes, pero a esa edad se puso un «poco más de manifiesto» la llamada al sacerdocio que Dios le había puesto en el corazón. Una vocación que se concretará este sábado, 19 de junio, con su ordenación diaconal en la catedral de la Almudena. A sus 30 años, el camino de Jesús hasta aquí ha estado lleno de alegrías. Es cierto que su primera reacción ante la llamada fue obviarla y continuar con esa trayectoria vital que él se había marcado; de hecho, llegó a estudiar Derecho y Administración y Dirección de Empresas. Pero al final, «este tira y afloja entre yo y el Señor acabó en que yo me iba al seminario».

Los años como seminarista han sido muy felices, aunque «también el sufrimiento ha estado presente; pero la felicidad ha sido tan grande que ha merecido la pena», y siempre «sabiendo de quién me he fiado y en manos de quién estoy: del Señor y de la Iglesia que me ha ido acompañando en estos años de discernimiento». Ante su ordenación se encuentra con «mucha paz, con mucha tranquilidad y también con muchas ganas», sabiéndose acompañado por su familia y por todos los feligreses de Santa Maravillas de Jesús, parroquia en la que está haciendo su etapa de pastoral.

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Junto a Jesús recibirá también el orden diaconal Jorge Boada, de 34 años, que con tan solo 7 años sintió la llamada del Señor al sacerdocio y en cuya vocación tuvo mucho que ver su abuela Mercedes, «tanto por el tiempo que pasaba con ella como por la buena relación que teníamos». Así lo ha explicado en El Espejo de Madrid de COPE, donde ha contado que ella fue quien introdujo a Dios en todos los detalles de su vida, en las cosas pequeñas, en las oraciones, acompañándole a la iglesia... «Sobre todo en la Eucaristía», el pequeño Jorge «empezaba a notar que ahí pasaba algo grande», y que «Dios estaba con nosotros».

Como un joven de su tiempo, Jorge siguió con su vida. Estudió Geografía e incluso llegó a tener planes de boda con su novia tan solo cuatro años antes de entrar en el seminario. Pero esa llamada de los 7 años nunca se apagó; es más, se fue nutriendo de hitos en su camino. Como el encuentro de los jóvenes con el Papa san Juan Pablo II en 2003 en Cuatro Vientos, y esas palabras que a Jorge se le grabaron a fuego en el corazón y que cita: «No tengáis miedo, merece la pena dar la vida por Cristo». O las JMJ de Sidney en 2008 y Madrid en 2011, que fueron una «experiencia brutal» para «conocer a la Iglesia y hacer Iglesia».

A los 27 años, Jorge ingresó en el seminario. Allí ha aprendido lo que es la «fraternidad, la apertura, la intimidad» que se alcanza siempre «en torno al Señor», y ha sido testigo de cómo Dios va actuando en las vidas de cada uno. La etapa de pastoral, que está viviendo en la parroquia Asunción de Nuestra Señora, en Pozuelo, supone para él «ser recibido en una familia, en una comunidad que ya camina», donde se ve «esa fe sencilla de todo tipo de personas que se acercan a los pies de María»: las señoras que fielmente sostienen el rosario, la vida de la Iglesia, los nietos... ha destacado en los micrófonos de COPE. También los matrimonios y los jóvenes. «Uno empieza a ser acogido en la vida de otros para servir en la vida de las familias», ha subrayado.

Sobre su futuro sacerdotal, Jorge espera «llegar a ser un hermano y un padre coherente, un amigo y un compañero de fiar en el que veáis a Jesús presente, escuchando, consolando, siendo apoyo y guía en el camino. Quisiera aportar todo lo que soy y he recibido». Y se ha despedido con un «por favor, rezad por nosotros».

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Celebración limitada por la pandemia

Jorge y Jesús recibirán la ordenación diaconal en una solemne Eucaristía en la que el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, conferirá el orden del diaconado a otros ocho seminaristas (algunos de ellos, en la imagen principal, en su ceremonia de admisión a órdenes). Se trata de Esteban Bernárdez Yanes, Pablo Galiot Caballero, Enrique de Arteaga Bustamante y Diego Cano Morata, del Seminario Conciliar; Juan Alcalde Guibert, Andrea Bottana y Alejandro Guerrero Quirós, del Seminario Redemptoris Mater, y Gleison Antonio Linhares Dos Santos, del Instituto Stabat Mater.

La celebración comenzará a las 18:00 horas en la catedral de Santa María la Real de la Almudena y se desarrollará conforme a los límites de aforo y las normas establecidas por las autoridades sanitarias por la pandemia. También se podrá seguir por el canal de YouTube del Arzobispado.


¿Cómo se puede ayudar al Seminario?

En el Seminario Conciliar hay en estos momentos más de 100 seminaristas. Durante los ocho años que dura la preparación al sacerdocio, son dirigidos y acompañados por el rector, seis formadores y tres directores espirituales. El seminario es la casa donde, oran, estudian y conviven y requiere su propia infraestructura y servicios. Anualmente, los gastos de alojamiento, formación y manutención de cada seminarista son de 15.000 euros, la mayoría de ellos sufragados por el propio seminario.

A fin de garantizar esta formación, desde el Seminario Conciliar se anima a orar por los seminaristas o a hacer un donativo, de la cantidad y con la periodicidad que estimen conveniente o con cualquiera de estas propuestas:

  • 25 € al mes para formación
  • 50 € al mes para manutención
  • 100 € al mes para alojamiento

Para colaborar puede llamarse al 91 365 29 41, acceder a la web seminariomadrid.org/ayudanos o enviar un Bizum con el código 01369.