La Casa de San Justo acogerá este jueves, 13 de marzo, a un grupo de influencers católicos que mantendrán un encuentro con el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid. Será algo informal, de ahí el concepto de afterwork con el que los organizadores han querido hacer la convocatoria.
Fernando Rubio, joven sacerdote y uno de los integrantes del grupo de comunicación de Jóvenes Madrid, explica que este encuentro parte del propio cardenal, que «tenía ganas de reunir a misioneros digitales en su casa para respaldar su trabajo y agradecer su creatividad y servicio a la misión en nombre de la Iglesia».
La convocatoria servirá para dar continuidad a todo lo compartido y vivido en #ashtagMadrid, el I Encuentro de Evangelizadores Digitales, que se celebró el año pasado con la participación especial de monseñor Lucio Ruiz, secretario del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede. Asimismo, se irá preparando ya el Jubileo de los Misioneros Digitales y los Influencers Católicos en Roma, los días 28 y 29 de julio.
«La idea es también generar un pool de comunicadores católicos» con la conciencia de que «la Iglesia respalda todo su trabajo», continúa Rubio. «Es bonito darte cuenta de que no estás trabajando como un francotirador», sino con un objetivo común. Eso sí, «no se busca unificar estilos ni forma de estar en las redes sociales», sino animar a que, «desde los dones de cada uno», se sirva a la misión.
Junto a ello, «queremos seguir desvirtualizándonos», aunque muchos ya se conocen porque coinciden en eventos, pero «no hay momentos en el que poder juntarse» para compartir. Además, para esta ocasión se ha invitado a los responsables de comunicación de algunas parroquias de Madrid que, quizá sin tantos seguidores, también son misioneros digitales «dando voz» a su comunidad.
Durante el afterwork habrá espacio para charlar distendidamente con el cardenal Cobo, formularle preguntas y escuchar sus palabras de aliento y envío a la misión. También Fernando Rubio ahondará en el sentido de Iglesia como Madre y en la «conciencia profunda de que somos Iglesia».