Print this page
Miércoles, 07 febrero 2018 16:54

El arzobispo, a los consagrados: «Manchaos en la vida cotidiana y en los problemas reales de la gente»

OsoroConsagrados1

La misericordia «cambia la historia» y «es el criterio fundamental que tiene nuestra vida». Con esta premisa, principio y fin de la vida religiosa, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, se ha dirigido este miércoles, 7 de febrero, a los 100 superiores mayores de los institutos de vida consagrada que tienen casa provincial o general en la diócesis. Junto al vicario episcopal para la Vida Consagrada, padre Elías Royón, SJ, se han reunido en el Seminario Conciliar para celebrar la Jornada Mundial de la Vida Consagrada que, con el lema La vida consagrada, encuentro con el Amor de Dios, tuvo lugar el pasado 2 de febrero. Un encuentro, como ha expresando el vicario episcopal, para «compartir fraternalmente lo que sentís los consagrados y lo que siente nuestro pastor» en esta Iglesia que camina en Madrid.

El rezo del ángelus ha dado paso a una jornada que se ha desarrollado en torno a la misericordia, la entrega y el amor. «Tenéis que expresar con vuestra vida y desde vuestro carisma», ha subrayado el arzobispo de Madrid a los religiosos presentes, «que la Iglesia es madre que sale a curar». En este sentido, les ha animado a vivir la misericordia que «pasa por salir a curar siempre, a todos, como hacían los primeros cristianos». Y hacerlo «en gratuidad», porque «el amor es de Dios, y vosotros sois hombres y mujeres que vivís del amor de Dios y ardéis en deseo de entregarlo a los hombres».

OsoroConsagrados3

Casas de compasión, esperanza y alegría

Vuestras casas, ha señalado, tienen que ser espacios de compasión, de esperanza y de alegría. «¿Qué cómo hacerlo?», los ha preguntado a los religiosos para, acto seguido, revelarlos él mismo la respuesta: «Teniendo en el centro a Jesucristo, desde una experiencia profunda del Señor y de una Iglesia donde estáis dispuestos a lanzaros unidos por el Evangelio».

Además, a la luz de la misericordia, el prelado les ha animado a tener la experiencia del Jesús que «nunca cierra su puerta a nadie», que «siempre está con los brazos abiertos, incluso en la cruz» y que «sabe padecer con los demás». Un caminar hacia el encuentro con el Señor que «pasa por encontrarnos con sus llagas, que son las de todos los hombres». Y una auténtica misericordia «implica un deseo de querer cambiar este mundo», ha destacado el cardenal. Por ello, «os invito a entrar en esta riada de amor con esta originalidad del Evangelio para poder regalar el amor de Dios, que es inmenso desde todos vuestros carismas». Y hacerlo juntos, «ya que nadie sobra y estamos para todos, sean quienes sean, piensen lo que piensen y hagan lo que hagan», teniendo muy presente que «el Evangelio no es una ideología».

OsoroConsagrados4b

«Lo que cambia la historia es dar la vida»

Tras las palabras del prelado, los superiores mayores de los institutos de vida consagrada han compartido con él sus inquietudes y vivencias. Preguntas sobre los jóvenes, el próximo encuentro de Taizé en Madrid o el carisma contemplativo y sus retos, han encontrado respuesta en una frase del arzobispo que, en todo momento, se ha mostrado cercano, padre y hermano: «Lo que cambia la historia es dar la vida». Por tanto, ha concluido, «sed hombres y mujeres de encuentros, manchaos en la vida cotidiana y en los problemas reales de la gente, como vuestros fundadores, haced acciones valientes y estad en estado permanente de misión para ser signo concreto de lo que os encontréis con Cristo».

Finalmente, el recién nombrado obispo auxiliar de Madrid José Cobo también presente en el encuentro, ha confesado que «la vida pastoral de Madrid no se entiende sin la vida consagrada». Por ello, «como estamos en el mismo carro», ha destacado Cobo, «rezad por nosotros y sabed que estamos a vuestra disposición para todo lo que necesitéis».

OsoroConsagrados5