«Dios ama a los hombres, y nos quiere en lo que somos y como estamos». Por tanto, «atrévete a vivir en la alegría de un ser humano que se sabe abrazado, querido y amado por Dios. Estés como estés, Dios te ama, porque te elige». Con estas palabras, formuladas en un lenguaje de amor generoso, entregado y fiel, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, se dirigió a los presentes el pasado sábado, 7 de diciembre, en la Vigilia de la Inmaculada Concepción que se celebró en la catedral de la Almudena.

Alegría «es la primera palabra de Dios a toda criatura humana», subrayó el prelado. En este sentido, en medio de estos tiempos «de grandes incertidumbres y oscuridades», animó a mantener viva la esperanza. «No perdáis la alegría y perseverad, como María: su “alégrate” es la experiencia humana fundamental de nuestra vida».

Enraizados a esa alegría «que se funda en la gran certeza de que Dios me ama», el arzobispo recordó que «Dios nos llama y nos ama personalmente como únicos». Solo Dios «puede amar así», y «te dice que no tengas miedo», porque «Dios toca el corazón siempre». Con Él, incidió, «lo imposible se hará posible». Así que «salid a la misión, como María, con la alegría de saber que Dios os ha elegido para que vuestra vida sea significativa para esta tierra», concluyó.