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Lunes, 03 octubre 2022 10:47

El arzobispo señala en el Domingo por la Comunión que «la fe en Jesús es lo mejor que podemos ofrecer en el mundo de hoy»

El arzobispo señala en el Domingo por la Comunión que «la fe en Jesús es lo mejor que podemos ofrecer en el mundo de hoy»

El arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, presidió el domingo 2 de octubre la Misa central del Domingo por la Comunión, que este año celebraba su tercera edición. Convocada por la Comisión Diocesana por la Comunión Eclesial con el lema Unidos. Diversos, la jornada congregó en la catedral de Santa María la Real de la Almudena a fieles y sacerdotes. Entre ellos estuvieron el vicario para el Desarrollo Humano Integral y la Innovación, José Luis Segovia, el arzobispo de Malabo y Guinea Ecuatorial, monseñor Juan Nsue Edjang Mayé, el sacerdote coordinador de la comisión, Antonio García, y quienes atienden diversos movimientos y realidades eclesiales de la diócesis de Madrid. La Misa, además, se retransmirió por de La 2 de TVE.

En su homilía, el arzobispo resaltó el hecho de que este domingo se celebre justo en el arranque del curso. La comunión, afirmó, es algo que el mismo Jesucristo pidió «para ser creíbles» en el testimonio de la fe. «La unidad en la Iglesia —dijo— no se realiza en la uniformidad ni en el pensamiento único que tiende a anular las diferencias, sino justamente el contrario, construyendo la comunión es como nosotros anunciamos el Evangelio».

Domingo comunion general

Para vivir esto, se necesita pedirle al Señor que aumente la fe en cada uno para «ser audaces en hacer presente la vida de Jesús a través de nuestra vida». A veces la fe es más pequeña que el granito de mostaza, «no terminamos de abandonarnos en Él», y precisamente es en este abandono donde se realiza la comunión. Cuando se pone la confianza en Dios, «no hay obstáculos insalvables». Con él «todo es posible» y, además, «la fe en Jesús es lo mejor que podemos ofrecer al mundo de hoy».

Frente al miedo, continuó el purpurado, que es «la enfermedad de nuestro tiempo», existe un antídoto: la confianza en Dios. Esta «exige una sana distancia de todo lo que nos aliena», añadió, y aseveró que en un mundo de soberbia, «de búsqueda de reconocimiento y de poder», Jesús invita a la humildad, «a ser servidores del Reino y servidores entre nosotros». En estos momentos de desencanto, indiferencia, fe «bloqueada» o «desvanecida», observó, el Señor «que nos ama» solo pide «que nos acerquemos a Él».

«Si vivimos la comunión —afirmó el cardenal Osoro—, si acogemos a Jesucristo, si diseñamos nuestra vida desde esa vida que nos regala el Señor, transformaremos este mundo». Y concluyó asegurando que solo entrando en comunión verdadera con Dios «entramos en comunión con todos los hombres».