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Viernes, 29 julio 2022 14:39

El cardenal Osoro despide el curso pastoral pidiendo «abrir puertas» en la Iglesia «sin hacer rebajas de ningún tipo del Evangelio»

El cardenal Osoro despide el curso pastoral pidiendo «abrir puertas» en la Iglesia «sin hacer rebajas de ningún tipo del Evangelio»

Miembro del colegio cardenalicio, vicepresidente de la Conferencia Episcopal, ordinario para los fieles de rito oriental en España, arzobispo de Madrid… Pero ante todo, Carlos Osoro Sierra es un sacerdote que cumple, este viernes 29 de julio, 49 años de ministerio, y que en 2022 ha celebrado sus 25 años como obispo. «Todo un itinerario de conversión», ha reconocido en el programa El Espejo de Madrid, de COPE, en una entrevista con Mario Alcudia en la que ha hecho balance de un curso pastoral intenso en experiencias de Iglesia.

El más reciente, la peregrinación a Santiago de Compostela de los jóvenes de la diócesis para participar, del 3 al 7 de agosto, en la Peregrinación Europea de Jóvenes. Este jueves, 28 de julio, los despedía en la parroquia San Juan de la Cruz. En el encuentro con el Apóstol, ha dicho, «los jóvenes asumen ese dinamismo que es necesario hoy asumir en la Iglesia: ser testigos valientes del Evangelio».

Además, por el hecho de ser jóvenes tienen unas cualidades que les hacen descubrir «lo grande que se hace el corazón del ser humano» cuando asume la tarea de «hacer posible que en este mundo impere la fraternidad».

Precisamente a la fraternidad se ha referido el purpurado en varias ocasiones ante los micrófonos de COPE. Una de ellas, al hablar de la familia. «Recuerdo tanto lo que mis padres me han enseñado», ha expresado, «las cosas más bellas», como a ser Iglesia, el perdón, «lo esencial de la fraternidad»... «La familia es la mejor universidad que tiene el ser humano para crecer en todas las dimensiones de la vida», ha afirmado.

Osoro cope 22 primer plano

«Impactado» y «conmovido» con el proceso sinodal

Otro de los grandes asuntos abordados ha sido el Sínodo de los Obispos, cuya fase diocesana se clausuró en Madrid el pasado mes de mayo. De esta fase, el cardenal Osoro ha destacado «la participación», que ha sido «muy plural y diversa», y en esa pluralidad «hay un punto central que es la persona de Jesucristo, y la misión que nos ha entregado».

El purpurado ha recordado que el Sínodo es «hacer el camino juntos», y así quiso él mismo plasmarlo en Madrid, convocando también a diversos sectores de la sociedad, como empresarios o artistas, en pequeños encuentros. Una «Iglesia de puertas abiertas», ha dicho, que «no solamente escucha a los de dentro». «Yo he llamado a gente que no conocía de nada y que pensaba de formas distintas», y «he quedado profundamente conmovido por la sinceridad con que se ha hablado», así como «por la capacidad de diálogo que ha existido».

«A mí me ha impactado tremendamente», ha contado, «y he visto algo que es fundamental»: «El ser humano tiene necesidad de Dios, tiene hambre; quizá a veces no le da nombre», pero existe. Esta constatación le ha hecho «coger más energía y más convicción de que hay que anunciar a Nuestro Señor, porque la gente tiene necesidad de Él».

En este sentido, ha avanzado la línea pastoral del próximo curso, que girará en torno a la parábola «del Padre misericordioso»; no tanto del hijo pródigo, «porque el importante es el Padre». Este momento de la Iglesia, ha reconocido, puede ser «especial» para «repensar» sobre aquellos hijos «que marcharon», aquellos «que se quedan», y la «necesidad que tenemos los unos de los otros». En este punto ha pedido «abrir puertas» en la Iglesia «sin hacer rebajas de ningún tipo del Evangelio».

Osoro cope 22 frente

Hacer Madrid más «grande de corazón»

El arzobispo de Madrid se ha referido también al gran acontecimiento del Año Santo de san Isidro, concedido por la Santa Sede con motivo del 400 aniversario de la canonización del patrón de Madrid. Un santo actual, ha defendido, un «santo universal, al que uno se acerca precisamente por su sencillez». Esposo y padre, Isidro fue un hombre «que vivía de la Palabra de Dios» y que llevó a su nivel máximo el ejercicio de la caridad. No tenía estudios, ha abundado, pero «su universidad fue el Evangelio, su adhesión a Cristo».

Por eso, san Isidro «nos tiene que hacer sentir la grandeza de Madrid», y ha animado así a recurrir a él «para hacerla más grande». «Grande de corazón, de solidaridad», que ayude también a «descubrir la grandeza de ser cristianos». Porque en este Madrid, y lo ha comentado el purpurado por experiencia propia, «te encuentras con gente extraordinaria», gente con necesidad de «hacer itinerarios al estilo de san Isidro, su esposa y su hijo, Illán».

Tras acompañar a los jóvenes en Santiago, el arzobispo de Madrid presidirá, el 15 de agosto, la Eucaristía con motivo de festividad de la Virgen de la Paloma en la parroquia Virgen de la Paloma y San Pedro el Real. Y a finales de mes viajará a Roma. Allí asistirá a creación de los nuevos cardenales y a la reunión de todos ellos con el Papa Francisco para abordar la aplicación de Praedicate Evangelium, sobre el proceso de reforma de la Curia romana.

Osoro cope 22 primer posado