El cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, presidirá el lunes 17 de octubre los actos de clausura de la fase diocesana de la causa de beatificación y canonización del padre Fernando Huidobro, SJ, capellán de la Legión.

Darán comienzo a las 19:00 horas en la iglesia de San Francisco de Borja (Serrano, 104) con el rezo de un responso ante el sepulcro donde reposan los restos del siervo de Dios. Y continuarán a partir de las 19:15 horas en el salón Arrupe de Jesuitas Maldonado (Maldonado, 1). En el acto de clausura intervendrán monseñor Juan Antonio Aznárez, arzobispo castrense, y el padre Antonio España, SJ, provincial de la Compañía de Jesús. Además, estarán presentes monseñor Juan Antonio Martínez Camino, SJ, obispo auxiliar de Madrid; el padre Pascual Cebollada, postulador general de la Compañía de Jesús; y Carlos Jesús Montes, vicario general castrense y vicepostulador de la causa del padre Huidobro.

Breve biografía

Fernando Huidobro nació en Santander en 1903. A los 16 años ingresó en el noviciado de la Compañía de Jesús en La Cartuja (Granada). Durante su formación como religioso cursó estudios de Humanidades y Filosofía, lo que le permitió ejercer como profesor. En 1933 celebró su primera Misa en Bélgica, donde vivía exiliado al disolverse la Compañía en España con la proclamación de la II República.

Al estallar la Guerra Civil, solicitó el traslado a la península para acompañar espiritualmente a todos aquellos que pudieran necesitarle. Nombrado capellán de la Legión, comenzó su labor en Talavera de la Reina (Toledo). Aprovechó un breve periodo de recuperación tras una herida para completar su profesión religiosa en el colegio San José de Villafranca de los Barros (Badajoz). Regresó al lado de los legionarios en Madrid. Y pocos días después, el 11 de abril de 1937, a la edad de 34 años, murió durante un bombardeo mientras atendía a los heridos en la casa de socorro de la Cuesta de las Perdices, en el frente de Ciudad Universitaria.

Su causa de beatificación se abrió en 1947, y en enero de 2021 se abrió en la diócesis un proceso supletorio con el objetivo de recoger las ultimas pruebas antes de su clausura definitiva para su envío a Roma.