El arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, y el Consejo Episcopal han iniciado el curso pastoral con una convivencia de trabajo en Loyola y Manresa, coincidiendo con el Año Ignaciano convocado por el 500 aniversario de la conversión de san Ignacio de Loyola.
El pasado jueves, 9 de septiembre, estuvieron en la casa natal de san Ignacio en Loyola, donde este se recuperó de las heridas y se acercó a la vida de Jesús y de los santos. Y este viernes, 10 de septiembre, estarán en Manresa, el lugar en el que «escribe los ejercicios espirituales y comienza su ayuda a los hombres», en palabras del propio cardenal Osoro.
El encuentro terminó el pasado sábado, 11 de septiembre, en Valencia, diócesis de la que el purpurado fue arzobispo antes de recalar en Madrid y donde se está celebrando el Año Jubilar del Santo Cáliz. Allí fueron recibidos por el arzobispo de Valencia, cardenal Antonio Cañizares.
La Compañía de Jesús, fundada por san Ignacio, ha elaborado una web con toda la información sobre las celebraciones de Ignatius 500.