La sede de la Delegación Episcopal de Laicos, Familia y Vida acogió el fin de semana del 3 al 5 de febrero el último de los programas de Retrouvaille para matrimonios en crisis. Han participado en total once parejas que, según Ana San Félix, responsable en Madrid, «han salido todas fenomenal». Teniendo en cuenta que suelen acudir matrimonios al borde de la separación, si no han firmado ya lo papeles como apunta San Félix, se puede considerar un buen punto de partida.
Es cierto que ahora les quedan por delante doce semanas en las que ir profundizando y ampliando todo lo que han visto durante el fin de semana. A su término, se les ofrece la posibilidad de acudir una vez al mes a la sede de la delegación, donde tienen un espacio desde hace ya años, para reunirse. «Si a algunos les cuestan ya las doce semanas iniciales, en las reuniones personales se pierden muchos», reconoce la responsable. Lo que no quiere decir que no sigan en contacto con parejas que han pasado por el programa, y que estas se muestren agradecidas.
El perfil de los participantes en Retrouville se corresponde con un matrimonio que llevan casados entre 15 y 20 años —«aunque también ha habido recién casados»—, con edades comprendidas entre los 40 y 50 años y con hijos. Todos están en crisis, «unas muy graves y otras menos», y en todos hay un denominador común, «que no hablan». «No hablan de sentimientos; si lo hacen es del tiempo, o llegan a casa y adiós muy buenas, y esto va deteriorando el matrimonio», resume San Félix. Precisamente el programa facilita que se comuniquen lo que sienten, cómo están, y «que el otro les entienda, que entren en diálogo, que se expresen».
Un 80 % de éxito
Los datos de Retrouvaille son reveladores: el 80 % de los matrimonios continúan juntos tras haber hecho el fin de semana. Precisamente Ana San Félix y su marido, Rafael del Castillo, son uno de ellos. El programa, que es internacional, llegó a España en 2006; concretamente a Valencia, en el contexto de la Jornada Mundial de las Familias de aquel año, presidida por el Papa Benedicto XVI. Tres años después, en plena crisis matrimonial, se fueron allí a hacerlo.
Al poco tiempo, los responsables les propusieron liderar el proyecto en Madrid. Así, en 2012 se celebró el primer encuentro de fin de semana en la diócesis. «A nosotros nos ayudó un montonazo, y lo que te ayuda se lo quieres dar a los demás». Ahora, cuando han hecho ya 51 años de casados, continúan con este servicio, que es totalmente voluntario, matiza Ana, y que les sigue ayudando. «Nos vamos reciclando y nos viene fenomenal». Por eso, «tratamos de que los matrimonios se incorporen a dar charlas».
Este es uno de los puntales del fin de semana: las charlas de otros matrimonios que pasaron por lo mismo y lo superaron. «Les explicamos nuestra vida entera» y este testimonio les hace mucho bien. «Les contamos cómo salimos de nuestra problemática y luego tienen tiempo para hablar entre ellos». El diálogo es el otro gran pilar. Hablan, pero solo entre ellos, porque el programa se caracteriza por la máxima delicadeza, sigilo y respeto a la intimidad de cada pareja. «Si luego en las comidas quieren compartir algo con su mesa…».
Orientación católica
Retrouvaille es un programa católico, «aunque está abierto todos». En este último de Madrid había cuatro parejas alejadas de la Iglesia. «Pero lo respetan; de hecho, en su día tuvimos un caso de un hombre que se acabó bautizando». El equipo organizador lo forman tres matrimonios y un sacerdote, y el método está basado en citas evangélicas y en el tratamiento del matrimonio como sacramento.
Antes de realizar el fin de semana, los responsables mantienen una entrevista con el matrimonio. «Con los dos», puntualiza Ana. Eso es importante porque hay veces que uno está menos convencido que el otro o que va «obligado». También para detectar algún problema subyacente objeto de otro tipo de atención: problemas psicológicos, de drogas, pornografía, alcohol, juego, infidelidades… De esto último «hay muchos casos», e incluso ha habido cónyuges que han hecho el programa sin haber roto esa relación extramatrimonial.
A finales de 2021, más de 600 miembros de Retrouvaille fueron recibidos por el Papa Francisco en Roma. San Félix y Del Castillo estuvieron allí. «Nos dio las gracias por toda la ayuda que está prestando este programa a los matrimonios y nos animó a que siguiéramos adelante».También participaron a finales del año pasado en un encuentro de responsables europeos (foto inferior).
Retrouvaille nació en 1977 en Quebec (Canadá) como un fin de semana en francés para matrimonios en crisis. En 1982 se extendió a Estados Unidos y Sudamérica y, en 1991, a otros lugares del mundo.
