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Martes, 07 junio 2022 11:24

El santuario de Nuestra Señora del Sagrado Corazón acoge una Misa por el rito zairense

Foto de una Misa por el rito zairense en la misión MSC de R.D. del Congo Foto de una Misa por el rito zairense en la misión MSC de R.D. del Congo

La parroquia santuario de Nuestra Señora del Sagrado Corazón (avda. Pío XII, 29) acogerá el domingo 19 de junio, a las 10:30 horas, una Misa en el rito zairense. Presidida por el padre François Ndali, msc, y concelebrada por sacerdotes de diversos países de África, la Eucaristía contará con un coro congoleño, lanzas, bailes y un profundo sentido espiritual de la Misa, tal y como se hace en su país, República Democrática del Congo.

Los motivos por los que esta Eucaristía se celebra de manera tan especial son varios: con ella se inicia un ‘Ciclo de Misas del mundo’ que pretende traer a Madrid las formas y costumbres de celebrar la Eucaristía en aquellos lugares donde están presentes los Misioneros del Sagrado Corazón o tiene un fuerte arraigo la devoción a Nuestra Señora del Sagrado Corazón. Además, la ceremonia está enmarcada dentro del Camino al Sagrado Corazón 2022 de la parroquia. Y, por último, tanto el padre François Ndali, msc, como la comunidad parroquial quieren que haya un recuerdo emotivo de su paso por la parroquia.

Y es que, durante tres años, el padre François Ndali, msc, ha estado residiendo en la casa provincial de los Misioneros del Sagrado Corazón de España en un periodo de formación como sacerdote, y colaborando en la acción pastoral de la parroquia-santuario. Su trabajo final de estudios tiene como temática la Interculturalidad en la vida religiosa y misionera, algo muy presente en las formas y maneras de desarrollarse la liturgia por el rito zairense.Detalle Misa Zairense2

Rito zairense o congoleño

El rito zairense es una adaptación africana, más particularmente congoleña, del rito litúrgico romano de la Iglesia Católica. Aprobado por la Santa Sede en 1988, supone la puesta en práctica de la idea de inculturación, buscando involucrar a los fieles en la vida litúrgica a través del reconocimiento y la aceptación de la cultura local.

Los obispos de la diócesis del Zaire se dieron cuenta de la falta de adaptación de la liturgia romana a la cultura de los pueblos de África a los que evangelizan. Esta situación impedía una participación activa de los fieles en la liturgia, por lo que era necesario intentar remediar esta situación siendo conscientes del papel que juega la misma en la existencia cristiana. Así, creyeron conveniente establecer un rito propio, con el deseo de llegar al alma del pueblo africano a través de la acción litúrgica misma. Esto suponía estar en consonancia con la mentalidad local típica del Congo: involucrar a todas las personas de manera participativa en la celebración eucarística.

Los cantos y danzas africanas son los signos que más pueden llamar la atención respecto al rito romano, pero hay momentos de un profundo sentido espiritual, como la invocación a los ‘antepasados de corazón recto’, o de participación de la comunidad, como las ofrendas en especie con comida o bebida. En definitiva, un rito con signos culturales de África, pero con una perfecta unión cristiana.

El rito zairense (la Iglesia del Congo) es consciente de pertenecer a la Iglesia universal, que es un órgano de comunión y un lugar de reunión de todas las tribus, lenguas, pueblos y naciones.

Respecto al mismo, el Papa Francisco ha dicho: «El caso del rito zairense también sugiere un camino prometedor para la posible elaboración de un rito amazónico, en la medida en que se tienen en cuenta las necesidades culturales de un área específica del contexto africano, sin alterar la naturaleza del Misal Romano, como garantía de continuidad con la antigua y universal tradición de la Iglesia». Siempre apegado a la piedad popular, Francisco subraya que todo pueblo que se haya encontrado con Jesucristo debe poder buscar «invocar a Dios, que se reveló a través de Jesucristo, con sus palabras, con su lenguaje religioso, poético, metafórico, simbólico y narrativo».

En este enlace se puede ver el vídeo del Gloria durante una Eucaristía oficiada con el rito zairense en la parroquia María Magdalena de Kinshasa, en la República Democrática del Congo, misión MSC.

Misioneros del Sagrado Corazón

El padre Julio Chevalier, msc, fundó la congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón en el año 1854, el día de la Inmaculada Concepción. Sacerdote muy preocupado por los males que aquejaban a las personas de su tiempo, quiso darles una respuesta adecuada desde la espiritualidad del Corazón de Cristo.

La apertura de su corazón a la Iglesia universal y la obediencia filial al Papa le llevó a sentir la urgencia de la llamada a colaborar en las misiones lejanas. Así, en 1881 sale el primer grupo de MSC a la misión que la Santa Sede les confió, Melanesia y Micronesia. En la actualidad, los religiosos están presentes en 50 países.

Esta misión se expresa en trabajos misioneros, evangelizadores, anunciadores de Jesucristo vivo y Salvador; trabajos misioneros de constructores de nuevas comunidades, donde se anuncia la Palabra y se celebra la Eucaristía. Trabajos misioneros en defensa de la justicia, educativos, sanitarios, en los medios de comunicación… En definitiva, todo campo donde haya una realidad humana que necesita comprensión y misericordia es campo de la misión de los Misioneros del Sagrado Corazón, y así lo expresan sus constituciones: «Nuestro Fundador quiso expresar todo esto en el lema que nos dio: ¡Amado sea en todas partes el Sagrado Corazón!».