Un pueblo que no cuida de la familia, «a la larga va a la deriva». Con esta advertencia, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, concluyó su intervención en la presentación del Informe Familia 2017, celebrada este jueves en la Universidad Pontificia de Comillas.
El estudio, que ha sido elaborado por el Instituto Universitario de la Familia con el patrocinio de la Fundación Casa de la Familia del Arzobispado de Madrid, muestra que «la familia es algo moderno, es algo necesario. No es una historia pasada», sino que es fundamental para la sociedad madrileña. Si se reflexiona sobre estos datos, prosiguió el purpurado, van a dar un «servicio a nivel pastoral importante». «Hay que se proactivos en el trabajo por la familia. No basta con decir: "qué mal está esto"».
El cardenal Osoro recordó que, cuando era un joven sacerdote, convivió con 18 chicos en exclusión para los que casi se convirtió «en su madre, su padre y hasta su tía soltera», y pudo comprobar «las carencias que existen en el ser humano cuando falta» la figura paterna o materna. «Las dos figuras son necesarias. Que no quedé el libro aquí», dijo en referencia al Informe Familia.
A su lado, el rector de la Universidad Pontificia de Comillas, padre Julio Rodríguez, SJ, explicó que el centro se había embarcado en este proyecto porque, como parte de la Iglesia, debe «servir a la sociedad» saliendo «a las fronteras donde están los problemas y las preocupaciones de hombres y mujeres de nuestro tiempo». Y subrayó que la familia es una «unidad social fundamental» a la que hay que servir «en su realidad», siguiendo «ese principio que es tan importante para el Papa Francisco de que la realidad es más importante que la idea».
El 42,5% de las parejas no puede constituir un hogar como consecuencia del impacto de la crisis
En este sentido, el informe –basado en una encuesta telefónica a 1.569 personas mayores de edad, seleccionadas mediante un muestreo aleatorio estratificado– pone de manifiesto que, aunque el 70,4 % de los madrileños tiene pareja estable y el matrimonio es la forma mayoritaria de convivencia, la crisis económica o el cuidado de familiares impide que una de cada cuatro personas pueda fundar un hogar.
«Las vulnerabilidades económicas multiplican las dificultades educativas así como el pesimismo; además, aumenta el descontento con los hijos, reduce la actividad social y hace más desigual la toma de decisiones», afirma Fernando Vidal, director del Instituto de Familia de Comillas ICAI-ICADE y del Informe Familia 2017.
Los problemas económicos también impiden que dos tercios de los jóvenes menores de 35 años que viven con sus padres puedan formar un hogar propio. Su impacto también se ve claramente en la satisfacción con la relación con los hijos: «En las familias con dificultades económicas para llegar a final de mes, se quintuplica el descontento con los hijos», destaca Rosalía Mota, profesora de Sociología y Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales de Comillas ICAI-ICADE y coautora del informe.
El estudio revela, asimismo, que la inequidad grave en la toma de decisiones importantes afecta hasta a un 17 % de las personas en pareja. Por ejemplo, un 12 % de los encuestados afirma que nunca o casi nunca buscan un acuerdo con el que ambos estén satisfechos a la hora de una toma de decisión. Vidal revela que «una de cada diez personas con pareja cede en cuanto se plantea una decisión importante para evitar confrontaciones». Por el contrario, hay un amplio porcentaje de encuestados que se encuentran en la igualdad y comunidad de decisión: un 74,5 % de las personas encuestadas afirman que siempre toman las decisiones de forma conjunta con su pareja y un 45,3 % declara que nunca se siente presionado en la toma de decisiones.
El Informe Familia 2017 desvela el impacto dramático que tienen las rupturas conyugales en la vida de las personas. Hay malas relaciones con las parejas anteriores (68,7 %) y pesimismo (88,8 %) sobre la posibilidad de que algo les hubiera ayudado a continuar. El 46,1 % de los separados o divorciados con hijos piensa que en su expareja cohíbe su relación con sus hijos, y el 18,3 % de los padres separados así como el 7,4 % de los divorciados están descontentos con la relación con sus hijos. Sin embargo, una vez se constituye una nueva familia, los padrastros y madrastras ejercen un papel parental muy positivo para los hijos de sus parejas.
Conciliación y paternidad positiva
Una conclusión importante del informe se refiere a la conciliación laboral-familiar, muy precaria para la mayoría de encuestados. Así, el 72,1 % de quienes no están satisfechos con la cantidad de tiempo con su pareja afirman que se debe a la jornada de trabajo. En este sentido, del informe se desprende que, aunque tres quintos de los encuestados creen que hay una igualdad de presencia de padres y madres en la vida de sus hijos, el 85 % del total pide una mayor presencia del padre en la vida de los hijos. «Las mujeres y los menores de 45 años señalan más la desigualdad entre padres y madres, mientras que los separados acentúan que hay mucha desigualdad», afirma Vidal. De esa forma, nueve de cada diez encuestados prefieren menos horas de trabajo diarias antes que menos días de trabajo semanales.
Otras conclusiones del estudio pueden resumirse en las siguientes cifras:
- Tres de cada cuatro familias son deliberativas, siendo habitual que se sienten a hablar todos juntos cuando suceden cosas importantes.
- La mitad de las parejas ha sufrido una crisis conyugal grave en su historia. El 14,6 % de los encuestados admite haberse separado temporalmente y el 9% pensó en la separación definitiva.
- El 78,5 % de los padres y madres encuestadas con hijos menores de 18 años les ayudan en sus estudios todos o casi todos los días. Poco más del 10 % no les ayudan nunca.
- ¿Cuál es el padre que piden los madrileños para el siglo XXI? Existe una clara demanda de un padre más presente (85,5 %), más cariñoso (77,7 %) y menos autoritario (64,8 %).
- El 86 % de los encuestados no tiene referentes de paternidad positiva. Del 6,1 % que supieron identificar una referencia de ejemplaridad pública respecto a la paternidad, un 20 % señaló al rey Felipe VI, a enorme distancia de cualquier otra figura o personaje citado.
Para Rosalía Mota, «el Informe Familia 2017 nos habla de la experiencia de familia de la población madrileña. Vivir en pareja y tener hijos constituye para la inmensa mayoría de los madrileños su cotidianeidad. Disponen de una red de parientes densa, próxima y solidaria, que acompaña a las personas que viven solas, y apoyan a las familias en momentos de crisis. Las parejas son fuertes, longevas, cultivan su relación, son comunicativas y están satisfechas. Además, la vida en pareja fortalece la relación con los hijos y la satisfacción con estos».
Más información en la web del Informe Familia.