El próximo día 18 de febrero se cumplen los 50 años del comienzo de la Renovación Carismática Católica. Para celebrarlo, los carismáticos de Madrid se reúnen este sábado en la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes (c/ Juan de Mata, 30), a partir de las 20 horas.
Será una noche de alabanza, Eucaristía y efusión del Espíritu Santo, en la que también se presentará un video sobre los comienzos de la Renovación, cuando un grupo de estudiantes de la universidad de Duquesne, en Estados Unidos, estaban en un retiro profundizando sobre el libro de los Hechos de los Apóstoles. En determinado momento, sintieron la necesidad de subir a la capilla de la casa de espiritualidad donde se encontraban y «allí experimentaron en la oración una efusión del Espíritu Santo que les llevó ahablar y a cantar en lenguas, a profetizar y a sentir un gozo y un amor inmenso en Cristo», dice la convocatoria de la vigilia del sábado. Este foco de vida espiritual se extendió como un fuego por todo el mundo hasta llegar también a España.
El encuentro del sábado en Madrid está organizado por la Renovación Carismática Católica en España, aunque también han sido invitados los miembros de la Renovación Carismática Católica en el Espíritu. «Va ser un encuentro sencillo –afirma Pilar Araguas, que forma parte de los organizadores de la vigilia–», en el que el protagonista será el Espíritu Santo: «Le pediremos al Señor que derrame su Espíritu como en un nuevo Pentecostés».
Pilar explica que «cada uno de nosotros lo hemos recibido en el Bautismo y en todos los sacramentos, y en esta ocasión se le pide especialmente al Señor que actúe en nosotros, y que derrame sus gracias como Él quiera». Los frutos son visibles: «Muchos afirman sentir más paz y tienen mayor conciencia de que Dios está presente, con ellos, a su lado. Y se sale como en Pentecostés, diciéndole al Señor: «Llévame donde quieras". El Espíritu Santo te hace evangelizar más, y te da más amor a la Iglesia y a la Palabra de Dios. Muchos han retomado la vida cristiana, leen más la Biblia y dicen que les habla de su vida personal. Te da la certeza de que Dios va contigo, que te ama, y eso lo notas en el día a día».