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Jueves, 18 septiembre 2025 14:31

Jaime López Peñalba, nuevo consiliario de Cursillos de Cristiandad en Madrid: «Lo más importante que tenemos que hacer es ser misioneros»

Jaime López Peñalba, nuevo consiliario de Cursillos de Cristiandad en Madrid: «Lo más importante que tenemos que hacer es ser misioneros»

«La misión nos salva, nos saca de nosotros mismos, nos renueva; y yo me siento sobre todo llamado a servir a este impulso». Jaime López Peñalba recoge este mes de septiembre el testigo de Pedro Pérez Lozano como consiliario del movimiento de Cursillos de Cristiandad en Madrid, tras su reciente nombramiento por parte del cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid. Y lo hace con una profunda visión apostólica y un llamamiento a todos los cursillistas: «Lo más importante que tenemos que hacer es ser misioneros».

Sentado en la sala de profesores de la Universidad Eclesiástica San Dámaso, donde es adjunto a cátedra en la Facultad de Teología y profesor estable del Instituto Superior de Ciencias Religiosas, López Peñalba desgrana su relación con Cursillos, comunidad en la que se forjó su vocación al sacerdocio. Su primer Cursillo lo hizo cuando tenía 20 años, siendo estudiante de Telecomunicaciones. «Este mes de octubre hago mis bodas de plata de cursillista», sonríe.

«Descubrí una manera de vivir muy de la gracia, muy como hijo, muy pendiente y dependiente del don Dios». Y fue en la vida «más apostólica» de Cursillos, «entregado a la evangelización, al testimonio de Cristo vivo a los demás», en la que «apareció la vocación» al sacerdocio. «Lo que más feliz me hacía del mundo era acercar a la gente a Dios, y de esa intuición, tirando del hilo, resulta que el hilo llevaba al seminario». Se ordenó en 2013 y actualmente es adscrito en la parroquia Santa María del Pinar.

Consiliario cursillos santisimo

Reconoce el nuevo consiliario que la vida de Cursillos ha configurado su ministerio. «La formación que recibí y el camino que hice en el seminario iban confirmando muchas de las cosas que yo había vivido en Cursillos» y nació en él «un sacerdocio muy apostólico, comprendido como un servicio a la Iglesia para que se anuncie el Evangelio». «Soy incapaz de comprender el sacerdocio si no es de una manera muy apostólica», apostilla.

Durante todo estos años, «la Iglesia me ha pedido servir en Cursillos a muchos niveles». En Madrid, como vicenconsiliario muy vinculado a los jóvenes (imagen inferior, con ellos en una convivencia de Adviento), y así Jaime los ha acompañado en su vida de fe, los ha casado, ha bautizado a sus niños… Ministerialmente, «me han ayudado a crecer como padre». Pero también ha estado vinculado a la comunidad a nivel nacional, en el secretariado nacional, y en el organismo mundial. «Me ha ayudado mucho a que se me meta en el corazón la preocupación por la unidad de la Iglesia y la comunión interna de la Iglesia».

De estos servicios se retirará López Peñalba para dedicarse más plenamente a su nuevo encargo, en el que «la intuición permanece; no creo que ser consiliario sea hacer mucho más que servir a la Iglesia para que se anuncie el Evangelio». En concreto, a la comunidad de Madrid, que es «profundamente apostólica».

Consiliario cursillos jovenes

Nueva evangelización y primer anuncio

«La Iglesia hoy en día vive muy preocupada por la nueva evangelización, y Cursillos está muy sintonizado con esta preocupación», subraya el nuevo consiliario (en la imagen inferior, participando como ponente en el Jubileo de los Movimientos en Roma). Por eso, como realidad de primer anuncio, «aporta una experiencia con mucha solera, muy asentada y muy eclesial de primer anuncio». Hay un método de más de 70 años y una «experiencia de anuncio de Cristo vivo y acompañamiento después de la conversión personal» que hace que Cursillos, en esta combinación, sea uno de los caminos más experimentado.

En esta línea, el sacerdote señala los retos a los que se enfrenta el movimiento, y que introduce señalando las «dos llamadas que la Iglesia nos ha hecho a través de los Papas en los últimos años: la conversión pastoral y misionera y la experiencia de la sinodalidad y de la unidad». Así, uno de los retos es «que Cursillos sea cada vez más fiel a estas dos llamadas: a ser misión y a, como dice de manera muy bonita el sínodo, una conversión de las relaciones, viviendo relaciones más evangélicas y fraternas».

Y el segundo es la cuestión de los sacerdotes, señala. «Cada vez hay menos sacerdotes en la Iglesia» y por tanto urge abordar cómo pueden compaginar, los que están, sus tareas pastorales en la diócesis con Cursillos. «Me gustaría mucho que los sacerdotes se sintieran cada vez más llamados a colaborar con Cursillos y a vivir su propio camino de santidad en Cursillos».

Consiliario cursillos ultreya mundial

Llamada a caminar juntos

El cardenal Cobo presidió el pasado mes de mayo la ultreya de fin de curso de la comunidad de Cursillos. En la Eucaristía, durante la homilía, señaló que «juntos, sin distinción y sin compartimentos estancos, participamos de una única misión», y afirmó que Jesús está presente cuando «los carismas que hemos recibido son para bien de toda la Iglesia».

Este «juntos» que el arzobispo de Madrid repite con mucha frecuencia «es una preocupación», asegura Jaime López Peñalba, que «encaja muy bien y sintoniza con la realidad de Cursillos», que es un movimiento «con una vida muy entrelazada, aterrizada y sembrada en las estructuras diocesanas».

Nacido de la Acción Católica, el movimiento «tiene una raíz diocesana muy fuerte», y «los cursillistas de Madrid están presentes en las parroquias, muy mezclados con la vida de la Iglesia en Madrid». Así, «este “juntos” de don José nos llega al corazón y nos invita a estar más presentes y ser más serviciales a todo lo que los párrocos, las parroquias, las realidades diocesanas nos pidan».

Consiliario cursillos ultreya

Causa de beatificación Sebastián Gayá

En 2022 se abrió la causa de beatificación de Sebastián Gayá, iniciador, en Mallorca, de los Cursillos de Cristiandad junto al laico Eduardo Bonnín y el obispo Juan Hervás, en un solemne acto presidido por el entonces arzobispo de Madrid, hoy emérito, cardenal Carlos Osoro. Gayá vivió en Madrid una buena parte de sus años sacerdotales y dejó una huella profunda en los cursillistas de la diócesis. Algunos de los cuales lo conocieron y trataron con profundidad, entre otros, el propio López Peñalba.

El consiliario avanza que los trabajos de la fase diocesana de la causa están próximos a finalizar, y pronto se enviará a Roma toda la documentación para arrancar allí la fase romana. «Nuestro mayor interés es ayudar a que crezca la fama de santidad», porque los que lo conocieron, reconoce, «estamos convencidos» de que puede ser un «modelo de sacerdote y de creyente» propuesto por la Iglesia, pero lo ideal sería que «mucha gente lo vea así y pida su intercesión para obtener gracias y favores».

Consiliario cursillos sebastian