Este viernes, la parroquia San Sebastián Mártir de San Sebastián de los Reyes vivirá la segunda macroboda con 13 parejas que celebrarán juntas el sacramento del matrimonio. Entre ellas están Johanna y Jenrry, padres de Angie, su hija de 10 años, que vive junto a ellos la ilusión de los últimos días antes de su boda.
Para Johanna, casarse en esta macroboda «es un privilegio, una bendición de amor, felicidad y unión donde se refleja el amor de Dios». Además de recibir el sacramento, subraya que tendrá la oportunidad de ser testigo del compromiso de otras doce parejas: «Qué bonito cuando se refleja el amor y seremos testigos de este sacramento tan maravilloso».
❤️La @psansemartir ultima los detalles de su segunda #macroboda que se celebra este viernes, 29 de agosto
— Archidiócesis de Madrid (@archimadrid) August 25, 2025
➡️El párroco Javier Sánchez Cervera: «Los novios descubren a la Iglesia como #Madre y una familia que les abre los brazos y los acompaña»https://t.co/AXGRcfZKav pic.twitter.com/qejK9GZkMX
Su camino hasta aquí no ha sido sencillo. De origen hondureño, relata que tuvo que superar algunas dificultades para tener los documentos necesarios para casarse, pero al mismo tiempo reconoce que la preparación ha sido uno de los procesos más enriquecedores de su vida. En realidad, todo comenzó gracias a Angie, su hija, en el momento en el que decidieron buscar una parroquia para la Primera Comunión de su hija y así llegaron a san Sebastián Mártir:
«Desde el principio don Javier nos recibió como si ya nos conociera. Sentimos esa conexión y nos sentimos muy acogidos, y eso tengo claro que viene de Dios». A partir de ahí, gracias al curso Alpha, Johanna y su pareja fueron redescubriendo su fe y profundizando en el amor de Dios. «Nunca pensamos casarnos aquí, lejos de nuestra familia, pero comprendimos que no había mejor decisión que unirnos de la mano de Dios».
La parroquia, junto con los tutores y los voluntarios, los ha acompañado en cada paso: «Nos han ayudado en todo, los documentos, el vestido, incluso con el peinado y el maquillaje. Estoy sorprendida y he llorado muchas veces al ver cómo Dios nos lleva de la mano en todo momento».
De cara a la celebración de este viernes, Johanna asegura que lo que más le ilusiona es «saber que entregaré mi vida a Dios y me uniré a mi pareja por completo. Aunque ya hemos vivido juntos, ahora iremos de la mano de Dios». Especialmente importante para ella es que su hija participe en este proceso: «Está muy ilusionada, nos ha ayudado con los preparativos y nos acompaña en este camino. Es claramente un ejemplo que le dejamos a nuestra hija».
Por último, Johanna quiere animar a otras parejas que quizás dudan a dar el paso: «Les digo que no pierdan la fe, que con la gracia de Dios todo es posible. Miradnos a nosotros que ya estamos juntos desde hace varios años, ¿por qué casarnos ahora si ya nos conocemos? Sin embargo, es un sacramento muy importante donde Dios entra en nuestros corazones y nos une en un solo cuerpo. Nosotros nunca hemos estado solos y ahora esperamos ese gran día para disfrutarlo y compartirlo con todos».