El colegio diocesano San Ignacio de Loyola de Torrelodones organiza a partir del martes 25 de marzo la Semana Talitha Qumi, la quinta edición de estas jornadas por la vida cuyos destinatarios principales son los alumnos del centro. El objetivo es que ellos sepan «que la vida merece la pena ser vivida en cualquier circunstancia», tal y como explica David Rubio, profesor del centro y responsable de la organización. «Nos parecía importante —señala remontándose a los inicios— que los chicos viesen que esto es posible, que escucharan a testigos que se encuentran con el Señor y que su vida cambia radicalmente, que muestren que la fe no es algo abstracto, no es un ideario, sino que parte de un encuentro».
El origen de las jornadas está en el mismo día en que España entera quedó confinada por el Covid. Era marzo de 2020, y Thalita Qumi se había concebido como un único día en el que «se rompían por entero las clases». Sin embargo, con la pandemia se fue adaptando. «No quisimos perder el testimonio en las aulas, y así se diseñó uno por cada curso».
Hace un par de años coincidieron en que «algo tan potente requería abrir las puertas del centro». Y así se diseñó un primer encuentro inaugural al que pudieran asistir no solo los alumnos, sino también profesores, padres y personas interesadas. El primer año se invitó al obispo José Ignacio Munilla; el segundo, al sacerdote e influencer Antonio Guzmán; y este, al doctor Mario Alonso Puig, cirujano que ha dedicado gran parte de su trayectoria a investigar cómo desplegar el potencial humano, especialmente en momentos de desafío, incertidumbre y cambio. «Es una persona muy enfocada al lado espiritual como un bien para la felicidad».
Los profesores se han dado cuenta, a lo largo de estos años, del «bien enorme» que supone para los chicos. Ellos lo esperan cada año, y además, como empiezan a participar a partir de Secundaria, hay una continuidad cada curso. Y se les despiertan inquietudes. Por eso «es importante que haya un acompañamiento previo y que también se trabaje después». Porque, a veces, en los chicos se reabren heridas, «hay situaciones muy complicadas». Y, por eso, hablarles de que la vida merece la pena es darles esperanza, sostiene el profesor.
En otras ocasiones no solo les dan pistas en lo humano o espiritual, sino también en lo profesional. Una vez hubo un testimonio de una médico de cuidados paliativos y había una alumna que se inclinaba hacia ese campo. «Pidió hablar con ella y ahora está estudiando Medicina, con un deseo de dedicarse a los paliativos». Como dice Rubio, «tú siembras y, cuando el Señor quiera, florecerá». Y alude a 3º de la ESO, «un curso siempre complicado». Pero el trabajo del profesor es sembrar, insiste.
Vidas entregadas
El primer encuentro de la quinta edición de Thalita Qumi, la de este año, será el martes 25 de marzo, a las 17:00 horas, en el teatro Fernández-Baldor del colegio, con entrada libre hasta completar aforo. El miércoles 26 de marzo, y especialmente destinada a los alumnos de 4º ESO, hablará el padre Gaetán Kabasha, sacerdote en la parroquia de Las Matas que vivió de primera mano el genocidio de Ruanda. Ese mismo día, Ángela López contará su conversión a los alumnos de 1º y 3º ESO. Esta joven de 19 años se bautizó en la vigilia pascual de 2024 después de un acercamiento que tuvo a la fe a raíz del cáncer de su madre. «La vida está para algo y no solo para ir tirando», se decía.
Los alumnos de 2º ESO contarán, el 27 de marzo, con el testimonio de Javier Huerta, empresario de éxito que lo tenía todo pero al que le faltaba algo. Viendo un vídeo de TikTok de la JMJ de Lisboa del año pasado y escuchando a Hakuna «sentí que el Señor me decía “te estoy esperando”». Así que a sus 40 años lo dejó todo y se dedica a su familia y a organizar encuentro para que la gente se acerque a Dios.
Por últimos, los alumnos de Bachillerato escucharán el testimonio de María del Himalaya, esta joven que fue enfermera abortista y cuyo encuentro con Dios cambió el rumbo de su vida. «Es bueno que los jóvenes sepan la verdad —señala Rubio— y escuchen todos los puntos de vista; y cómo el Señor puede rescatar una vida, que te coge y te abraza a pesar de lo que hayas hecho en el pasado».