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Martes, 02 febrero 2021 13:08

Jóvenes Madrid celebra una edición de Luces en la ciudad diferente

Jóvenes Madrid celebra una edición de Luces en la ciudad diferente

Este año, la actividad de Luces en la ciudad será diferente. Aunque a causa de la pandemia no es aconsejable visitar las comunidades de religiosos, Jóvenes Madrid no quiere dejar pasar la oportunidad de que los jóvenes las conozcan, las acompañen, les den las gracias por todo el esfuerzo realizado este año y las apoyen tras las dificultades que han vivido a causa de la COVID-19. Por eso, han invitado a algunas comunidades a enviar vídeos y cartas explicando su vida, su carisma y cómo vivieron el 2020. Los materiales se han ido recibiendo estos días a través de Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

El viernes 5 de febrero los grupos de jóvenes podrán ver los vídeos recibidos y responder con otro vídeo, carta o con un mensaje. Si fuera posible, al ir de camino hacia la catedral para la vigilia de oración, al pasar por alguna de las casas con las que se ha contactado se dejaría el mensaje o saludo desde la puerta, sin entrar.

Finalmente, los participantes en la actividad compartirán la oración y el testimonio de la vida religiosa en la vigilia que presidirá el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, en Santa María la Real de la Almudena. Debido a las nuevas restricciones sanitarias, el encuentro se adelanta a las 20:00 horas y se anima a participar de manera presencial solo a los que vivan cerca del templo. Los demás, lo podrán seguir por el canal de YouTube del Arzobispado.

Para asistir a esta actividad hay que sacar la entrada cuando antes en este enlace.

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«Me gustaría ser como ellas»

«Este año es todo diferente pero no tiene por qué ser menos hermoso». Lo explica la hermana Cristina Calleja, esclava carmelita de la Sagrada Familia y coordinadora de Pastoral Vocacional en la Vicaría IV. En el fondo, se trata de que los jóvenes conozcan «la belleza que encierra la vida consagrada», que, como dice el Papa en su mensaje para este año, «seguimos llevando las candelas del Resucitado». Y además, que sean conscientes de cómo esas luces que son las comunidades religiosa «alumbran la vida cotidiana de Madrid», y que ellos «son acompañados por la oración y la entrega de estas vidas».

En condiciones normales, los jóvenes de cada parroquia visitan dos comunidades religiosas que están en su vicaría (en las imágenes, momentos de otras ediciones de Luces en la ciudad). Mantienen un encuentro con los religiosos «en su espacio comunitario, no en una sala de visitas», en el que se establece «un diálogo precioso entre ellos». Después, hacen una oración en la capilla y terminan con una merienda. «Es una bendición», reconoce la hermana, que culmina con un peregrinar a la catedral, «donde nos vamos a encontrar en el Adoremos con nuestro pastor, que es quien nos convoca, para dar gracias juntos por esta belleza de la vida consagrada».

Para los jóvenes, estas visitas a las comunidades son toda una «sorpresa». No solo es una actividad de parroquia diferente para ellos sino que les descubre además una vida muy desconocida. «Qué guay esta gente, ¿no? Nunca hubiera pensado que hacen todas estas cosas», ha oído en más de una ocasión la hermana Cristina a los chavales después de que les enseñaran cómo trabajan en misión o en sus centros educativos. O «me gustaría ser como ellas», que dijo el año pasado una chica de 17 años al salir de una de las comunidades.

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«Que esta chica se cuestione que merece la pena entregar la vida por lo que ha escuchado, lo que ha visto, ya es un regalo». «Parece que el mundo está olvidado de Dios y que para los jóvenes no tiene sentido, pero esto no es verdad», precisa la hermana. La iniciativa, que «está dando frutos muy bonitos», les abre además horizontes nuevos: «Si estos consagrados, estas consagradas, son así de felices, ¿por qué yo no?».

La riqueza es enorme también para las comunidades, que pueden mostrar a los chavales, sobre todo si son en las comunidades ya son muy mayores, la belleza de «la perseverancia y la fidelidad, del sí sostenido de tanto tiempo» ante el desconcierto y a veces la «inconsistencia de vida grande» de la juventud. La hermana Cristina siente una llamada a rezar casi «más intensamente por estos jóvenes que nos van a conocer este año de una manera diferente», para que «abran el corazón a la generosidad de la llamada del Señor, si les tocase» y que, «como María, puedan decir, aquí estoy».

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Celebraciones por vicarías

Con el fin de mantener el aforo de la catedral y evitar al máximo los desplazamientos, se ha pedido a las vicarías que habiliten templos con un aforo considerable para que los jóvenes puedan seguir en streaming la vigilia de oración Adoremos.

Este es el caso de la Vicaría V, que ha convocado a los jóvenes en la parroquia Beata María Ana de Jesús (Guillermo de Osma, 10), un templo que en estos momentos, con un aforo reducido al 50 %, puede acoger a unas 300 personas. O el de los jóvenes de la Vicaría VII de la zona metropolitana y zona sierra, que están convocados a seguir la celebración desde la parroquia Asunción de Nuestra Señora (Iglesia, 10) de Pozuelo de Alarcón.