Desde la vocalía de Caridad y Acción Social de la madrileña hermandad del Silencio se trabaja durante todo el año para atender a todos los hermanos que puedan precisarlo, además de a otras personas, asociaciones o colectivos que pudieran encontrarse en situaciones de necesidad. Y en las actuales circunstancias que estamos padeciendo como consecuencia de la crisis sanitaria del COVID-19, esta ayuda es más acuciante.

Por ello, además de participar en la iniciativa solidaria conjunta con el resto de hermandades y cofradías de Madrid para aportar recursos con los que poder cubrir necesidades logísticas del hospital de IFEMA, la hermandad del Silencio ha continuado acometiendo actuaciones en este sentido.

Así, recientemente, el hermano mayor y otros miembros de la junta de gobierno han adquirido alimentos para el comedor social Ave María (Doctor Cortezo, 4).

Fundado por san Simón de Rojas en 1611, el comedor es propiedad de la Real congregación de Esclavos del Dulce Nombre de María, y está gestionado por miembros de la Familia Trinitara. Mediante la ayuda de voluntarios y aportaciones voluntarias, centra su actividad en la atención del necesitado; fundamentalmente, personas sin hogar y desempleados. De lunes a sábado, ofrece desayuno y bocadillo a unas 350 personas; y de lunes a viernes, da una merienda de bocadillo, yogur y fruta a 140 personas. Además, 35 familias reciben alimentos cada semana.

El objetivo de este comedor es atender al necesitado con espíritu de acogida -como lo hiciera su fundador- y el culto a la Virgen. El nombre de Ave María le fue puesto por el mismo fundador.