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Miércoles, 25 junio 2025 12:54

Lino Emilio Díez, coordinador de Liturgia de la Vicaría I, ante la solemnidad de san Pedro y san Pablo: «Recordamos su fe, su testimonio y su celo apostólico»

Lino Emilio Díez, coordinador de Liturgia de la Vicaría I, ante la solemnidad de san Pedro y san Pablo: «Recordamos su fe, su testimonio y su celo apostólico»

Este domingo, 29 de junio, la Iglesia celebra una de las grandes fiestas de la familia cristiana: la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo. «Son un punto de referencia para nosotros», afirma Lino Emilio Díez, coordinador de Liturgia de la Vicaría I y párroco de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento. En este día recordamos su fe, su testimonio, su celo apostólico y su alegría de creer en Jesús. «Nos alegramos de su fidelidad, porque gracias a ellos —y a los demás apóstoles y discípulos de los primeros tiempos— la Buena Noticia ha llegado hasta nosotros», añade.

El Martirologio Romano recoge así esta fiesta: Solemnidad de san Pedro y san Pablo, apóstoles. Simón, hijo de Jonás y hermano de Andrés, fue el primero entre los discípulos que confesó a Cristo como Hijo de Dios vivo, y por ello fue llamado Pedro. Pablo, apóstol de los gentiles, predicó a Cristo crucificado a judíos y griegos.

Ambos anunciaron el Evangelio en Roma impulsados por la fe y el amor a Jesucristo, y allí sufrieron el martirio durante la persecución de Nerón. Según la tradición, Pedro fue crucificado cabeza abajo y sepultado en el Vaticano, cerca de la Vía Triunfal; Pablo fue degollado y enterrado en la Vía Ostiense.

«En este día, su triunfo es celebrado por todo el mundo con honor y veneración», concluye Lino Emilio.