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Sábado, 31 diciembre 2022 10:51

Madrid llora a Benedicto XVI: «Tuvo pasión por la verdad, claridad en la transmisión de la fe y amor a la Iglesia»

Madrid llora a Benedicto XVI: «Tuvo pasión por la verdad, claridad en la transmisión de la fe y amor a la Iglesia»

La archidiócesis de Madrid se encuentra conmocionada por la muerte del Papa emérito Benedicto XVI este sábado, 31 de diciembre, a las 9:34 horas. «La archidiócesis de Madrid, que él visitó, reza por su eterno descanso. D. E. P.», ha subrayado el arzobispo de Madrid en su cuenta de Twitter al poco de confirmarse la noticia.

El cardenal Osoro, que antes de llegar a la capital fue arzobispo de Valencia de la mano del propio Benedicto XVI, ha dado las gracias al Señor por haberle puesto «al frente de la Iglesia como sucesor de Pedro» y ha incidido en que «tuvo pasión por la verdad, claridad en la transmisión de la fe y un profundo amor a la Iglesia».

También poco después las campanas de la catedral de Santa María la Real de la Almudena han tocado a difunto para dar a conocer el fallecimiento al pueblo de Madrid.

El Vaticano ha confirmado que la capilla ardiente se abrirá desde el próximo lunes, 2 de enero, y que el Papa Francisco presidirá el funeral el próximo jueves, 5 de enero, a las 9:30 horas en la plaza de San Pedro. En Madrid habrá una Misa funeral el 7 de enero a las 17:00 horas.

Una vida de entrega

Joseph Ratzinger nació pocas horas antes del Domingo de Resurrección, un 16 de abril de 1927, en la localidad de Marktl am Inn, en la diócesis de Passaunació en Alemania. Como cuenta Alfa y Omega en su especial, fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1951 y después se convirtió en un joven profesor de Teología Fundamental, en contacto con grandes teólogos.

En 1977 fue nombrado arzobispo de Múnich y Frisinga, donde tomó posesión el 28 de mayo. Un mes después, el Papa Pablo VI lo creó cardenal. Un año más tarde, en 1978, participó en sus dos primeros cónclaves, el de Juan Pablo I y Juan Pablo II, de quien fue un estrecho colaborado. Tras su reconocida labor como prefecto de Doctrina de la Fe  elegido Papa el 19 de abril de 2005.

Durante su pontificado, como también recoge nuestra publicación, escribió tres encíclicas, firmó cuatro exhortaciones apostólicas, publicó los tres volúmenes de su obra Jesús de Nazaret y realizó 24 viajes apostólicos fuera de Italia, y otros 24 en el interior del país. Presentó la renuncia el 28 de febrero de 2013.

Su doctrina —escribe el rector de la Universidad San Dámaso, Javier Prades, en este otro artículo— «ofrece un testimonio continuo sobre la apertura de la razón humana, en la búsqueda constante de la verdad para vivir en libertad y hacer el bien». 

La huella de la JMJ

En Madrid, el Pontífice alemán siempre será recordado por la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ). «Gracias por vuestra alegría y resistencia. Vuestra fuerza es mayor que la lluvia», dijo a los casi dos millones de jóvenes concentrados en Cuatro Vientos el 20 de agosto de 2011, después de que una tormenta de verano le obligara a suspender su intervención en uno de los actos centrales. «Igual que esta noche, con Cristo podréis siempre afrontar las pruebas de la vida», insistió tras el posterior rato de adoración al Santísimo.

En términos parecidos, el propio Benedicto XVI escribió una carta el año pasado al que fuera arzobispo durante la JMJ, cardenal Antonio María Rouco Varela, en la que destacaba que «una Iglesia en la que tantos jóvenes se reúnen alegres en torno al Señor no tiene nada que temer respecto a su futuro, aun cuando sobrevenga un chaparrón que intente disgregarlo todo».

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En el acto con motivo del décimo aniversario de aquellas jornadas, el actual arzobispo, cardenal Osoro, aseguró que «seguimos firmes en la fe», como decía el lema, y remarcó que «tenemos que salir y seguir anunciando el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo».

En esta línea, el cardenal Rouco Varela destacó que «toda la diócesis se movilizó» y detalló que el lema, Arraigados y edificados en Cristo. Firmes en la fe, «tenía mucho que ver con el tiempo», con una «juventud muy indiferente, tocada por la crisis económica, con perspectiva de futuro no clara, muy poco discutidora».

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