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Martes, 05 mayo 2020 16:29

Más de 150 familias han sido atendidas desde el inicio de la pandemia desde Nuestra Señora del Rosario de Fátima

Más de 150 familias han sido atendidas desde el inicio de la pandemia desde Nuestra Señora del Rosario de Fátima

Desde el inicio de la pandemia provocada por el COVID-19, el número de familias en situación de necesidad se ha disparado.

Desde la parroquia Nuestra Señora del Rosario de Fátima (Alcalá, 292) se ha prestado atención hasta el momento a más de 150 familias necesitadas.

Como los voluntarios de la cáritas parroquial eran en su mayoría mayores, la asistencia presencial tuvo que suprimirse. En su lugar, los dos sacerdotes y el diácono que se ocupan del templo se encargan de atender a los necesitados, con la colaboración de un grupo de jóvenes que reparten los lotes de productos alimenticios a las familias que acuden cada 15 días a recogerlos.

Jorge González Muñoz, párroco del templo, explica que «la demanda de ayuda en esta situación de crisis han aumentado en un 40%. De hecho, unas 40 familias nuevas de la parroquia están recibiendo prestaciones que antes no solicitaban». Y es que, asegura, hay gente muy necesitada. Pero «no solo de alimentos, sino también de escucha». A todo ello se trata de dar respuesta desde la parroquia, cuyo templo permanece abierto en horario de mañana y de tarde.

Parroquia

Ubicada en el barrio de Quintana, la parroquia atiende a una población integrada «por gente muy normal, muchos de ellos muy comprometidos con la parroquia», apunta el párroco. Entre ellos hay bastantes personas mayores, que han quedado confinadas en sus casas; gente que está sufriendo los efectos del paro a causa de la crisis; y población inmigrante, «muy buena pero muy sufriente, con paro o con mucha movilidad debido a sus trabajos». De hecho, el colegio parroquial Nuestra Señora de Fátima, unido al templo, «cuenta con 185 alumnos de Infantil y Primaria, de los cuales solo uno es español».

Para mantener el contacto, tanto con los feligreses como con los alumnos del centro educativo, han tenido que 'reinventarse'. Todo ello a través de las nuevas tecnologías. Así, los alumnos reciben clase 'on line'; utilizan zoom para las reuniones con los distintos grupos juveniles de la parroquia, o envían vídeos a través del móvil a aquellos que no pueden conectarse.

El párroco asegura que«el Señor está haciendo verdaderos milagros en este tiempo». Como el de un hombre que recibió la comunión llorando de emoción, porque pensaba que nunca más volvería a recibir al Señor. «Cristo es el mejor regalo que podemos recibir en este tiempo», afirma, al tiempo que manifiesta su esperanza de que, «con toda esta situación, la gente redescubra la necesidad que tiene de la vida sacramental».