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Lunes, 28 septiembre 2020 08:37

Monseñor Cobo pide «reconocer a Jesús en todos los que emprenden un camino de huida»

Monseñor Cobo pide «reconocer a Jesús en todos los que emprenden un camino de huida»

Coincidiendo con la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado 2020, la Comunidad de Sant’Egidio en Madrid recordó los nombres y las historias de quienes, año tras año, pierden la vida en peligrosos viajes huyendo de la guerra, la persecución y la pobreza, cuya situación se ve agravada a causa de la pandemia mundial de la COVID-19.

Son «verdaderos buscadores de esperanza, que mueren sin encontrarla», como el pequeño Aylan Kurdi de Siria, Yaguiné y Fodé de Guinea Conarkry, la pequeña Grace de pocos meses, cuyo cuerpo apareció el 16 de julio de 2020 en la costa de Libia, o como Dinh Binh y Huy Hung, de 15 años que murieron congelados, junto a otros 36 vietnamitas, en un camión frigorífico en Londres, víctimas de la trata de personas.

Desde 1990, 40.939 personas han muerto y desaparecido intentando alcanzar el continente europeo y, desde junio de 2019, 2.500 fallecieron en el Mediterráneo, en el Atlántico y en peligrosas rutas terrestres en busca de refugio en una Europa de puertas y consciencias cerradas. «¡No son cifras, son vidas que no podemos olvidar, porque Dios no les olvida!», subrayan desde Sant’Egidio.

morir esperanza fieles

Por eso, en medio de una pandemia mundial que ha hecho que el drama de la migración pase a un segundo plano, sus nombres y sus historias fueron los verdaderos protagonistas de la Eucaristía Morir de Esperanza, presidida por el obispo auxiliar de Madrid monseñor José Cobo y acompañada con los cantos africanos del Coro de la Asociación Karibu.

En su homilía, el prelado indicó que «ningún cristiano está completo si no aprende a reconocer a Jesús en todos los que emprenden un camino de huida, porque Jesucristo es también un migrante».