Print this page
Lunes, 01 diciembre 2025 15:31

La Real Congregación de San Isidro peregrina a Roma y sigue el rastro del patrón de Madrid: «Que haya dos templos dedicados a él nos indica la universalidad del santo»

La Real Congregación de San Isidro peregrina a Roma y sigue el rastro del patrón de Madrid: «Que haya dos templos dedicados a él nos indica la universalidad del santo»

Hay en Roma una calle, la Via di San Isidoro, que desemboca en la iglesia de Sant'Isidoro a Capo le Case. Es una presencia del santo patrón de Madrid en pleno corazón de la cuna de la cristiandad. A ella acudieron los miembros de la Junta de Gobierno de la real Congregación de San Isidro de Madrid como una de las visitas más ansiadas de su peregrinación a Roma con motivo del Año Santo de la Esperanza.

«Por ser año santo jubilar, planteamos la peregrinación a Roma ya en enero», explica Jorge Matas, presidente de la congregación. Una peregrinación a la que finalmente acudieron los miembros de la Junta y que por eso ha servido como de «convivencia para nosotros», la que realizan una vez al año. Preparando el viaje, quiso Jorge que una de las visitas fuera a esta iglesia de Sant Isidoro a Capo le Case, fundada en 1625 por frailes franciscanos españoles.

Pronto pasó a franciscanos irlandeses y por eso hoy, en su fachada, reformada en el siglo XVIII, luce dos santos. San Patritius y san Isidorus. San Patricio y san Isidro si se castellaniza. En el interior preside el altar mayor un gran lienzo de san Isidro rezando a la Virgen en el que también se ve el milagro de los bueyes. El techo de la nave está decorado con una pintura de la gloria de san Isidro, donde se le representa anciano sobre las nubes y a sus pies, los aperos de labranza y un manojo de espigas.

San Isidro Roma fachada

Los peregrinos madrileños fueron recibidos por los frailes irlandeses, que descubrieron una figura para ellos poco conocida. Ese mismo día participaron en la Eucaristía en la iglesia de los españoles, Montserrat, «en comunión con don José Cobo», arzobispo de Madrid, ya que es titular en Roma de este templo.

El segundo templo que visitaron de san Isidro ya no es en sí una iglesia, puesto que fue derribado a mediados del siglo XX para recuperar las termas romanas. Así, de la desaparecida iglesia de Sant'Isidoro alle Terme, que mandó construir Benedicto XIV en 1754, solo se conserva la portada barroca, la cual se identifica rápidamente con san Isidro por la profusa decoración de espigas talladas en la piedra, tanto en el tímpano como en las volutas de la cornisa.

San Isidro Roma espigas

«Lo esencial es acercar a la gente a Jesús»

No obstante, el grupo de peregrinos, en Roma los días 21 al 24 de noviembre, no perdió de vista lo esencial, que era el Jubileo. «Aprovechamos para ir a la audiencia con el Papa el sábado, en la Plaza de San Pedro», y ahí a Jorge se le clavó en el corazón la catequesis de León XIV, al hilo de una frase de Dorothy Day, «esperar es tomar una decisión». «Tener esperanza —dijo el Papa— es saber tomar decisiones en la vida». Y esto «si me tocó», afirma Jorge.

El Pontífice añadió esa frase de Jesús, «al que se le dio mucho, se le pedirá mucho; y al que se le confió mucho, se le reclamará mucho más». «Yo tomé la decisión de aceptar el cargo de presidente de la Congregación —explica Jorge—, y tengo esta responsabilidad». Una responsabilidad que «me la ha dado Dios y no puedo perder esa visión», que es «olvidarnos de lo superfluo de las hermandades y fijarnos en lo esencial, que es acercar a la gente a Jesús».

San Isidro Roma irlandeses

Ya el lunes por la mañana, a las 7:30 horas para ahorrarse la acumulación de gente, el grupo de peregrinos cruzó la puerta santa de la basílica de San Pedro y participó de la Misa en el altar de san José. «Casi sin gente, pudimos orar tranquilamente», y además «acompañados por el santo, porque llovía…».

Efectivamente, la presencia del santo labrador la tienen siempre muy presente, y estos días en Roma han sido especiales. «Que haya dos templos dedicados a él nos indica la universalidad del santo; es un santo normal y corriente, y esto hace que sea universal». Y la peregrinación a Roma, concluye, «es participar de forma activa de la universalidad de la Iglesia» y una forma de mostrar la «adhesión al Santo Padre».

San Isidro Roma gloria