La parroquia de San Félix (Puebla de Sanabria, 18) está animada por una comunidad formada por viatores religiosos, viatores laicos, Misioneras de María Mediadora, Compasionistas, Hermanas Vedrunas, religiosas de Santa Ana y laicos comprometidos.
Antes de que comenzara esta situación que estamos viviendo a causa de la pandemia provocada por el COVID-19, ayudaba a más de 120 unidades familiares vulnerables de los barrios de Las Torres, Plata y Castañar, y una parte de San Andrés, en Villaverde Alto.
Durante el confinamiento, se ha volcado en dar de comer a esas familias. Y en atender las nuevas situaciones surgidas. El párroco, padre Fernando Sanz, explica que se trata «sobre todo de inmigrantes y refugiados, que no disponen de nada. Junto a esta realidad, están aflorando familias no tan vulnerables que hoy se encuentran en una situación parecida: no tienen para comer. Por ejemplo, personas que se dedicaban a la economía sumergida: tenían empleo, pero al carecer de papeles no se les podía hacer contrato, y con esta crisis se han quedado sin trabajo, y tampoco tienen derechos». A esto se añaden «familias derivadas por la Junta Municipal del distrito de Villaverde, que no se atendían antes».
Gracias a los productos proporcionados por el Banco de Alimentos, FEGA y donaciones de particulares, han podido entregar a través de la Cáritas parroquial un lote de alimentos mensual. A esto se ha añadido el reparto de 40 menús diarios, ofrecidos por distintos colectivos, como Fundación Telefónica y World Central Kitchen.
Fernando Sanz considera que «la colaboración con las asociaciones de vecinos, parroquia y Junta Municipal del distrito ha funcionado muy bien» para la atención de todas las necesidades. «Se trata de una colaboración muy estrecha, y muy buena», insiste.
Culto con fieles
Desde el pasado 18 de mayo, el templo ha abierto de nuevo sus puertas y recuperado sus horarios habituales de culto, manteniendo las normas para ello establecidas.
Con un aforo de 38 personas en esta primera fase, se celebra la Eucaristía a las 19:00 horas, de lunes a viernes, y a las 11:00 y 12:00 horas los domingos.
El párroco señala que «durante el confinamiento, se ha trabajado mucho la pastoral telemática. Es algo que hemos descubierto, y que vamos a mantener». Por ejemplo, «las catequesis de Infancia y Juventud, o la Misa de 12:00 de los domingos«, que se emite a través del canal de YouTube de la parroquia. «Empezamos en Semana Santa. Y se han hecho cosas muy bonitas. Por ejemplo, los niños de catequesis preparaban las oraciones de los fieles, por turnos; las grababan en audio o en vídeo, y se las enviaban a sus catequistas, que las unificaban; y en la Misa de las familias del domingo se ponía en la pantalla una foto del grupo que había preparado las peticiones, con los audios en un fichero».