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Domingo, 28 junio 2020 10:44

«Vamos a amar al mundo con pasión, a afrontar con esperanza las dificultades»

«Vamos a amar al mundo con pasión, a afrontar con esperanza las dificultades»

La fiesta de san Josemaría Escrivá, que fundó el Opus Dei en Madrid el 2 de octubre de 1928, se caracterizó el pasado viernes por la celebración de numerosas Eucaristías, con aforo reducido, en petición por las víctimas de la pandemia y con las limitaciones indicadas por las autoridades.

Monseñor José Cobo, obispo auxiliar de Madrid, presidió la concelebración en la parroquia de San Alberto Magno, en Vallecas, y destacó la llamada universal a la santidad que recordaba san Josemaría. «Con las palabras del santo –dijo– vamos a amar al mundo con pasión, a afrontar con esperanza las dificultades, sin místicas ojalateras, porque Dios ama al mundo y no nos deja desamparados».

El prelado señaló que la pandemia «nos ha puesto ante grandes interrogantes y podemos escuchar la voz de los santos y de las santas para no ir a ciegas». También pidió a las familias presentes «abrirse en abanico, no empequeñecerse, subir a la barca y remar mar adentro, sin miedo, porque Cristo nos acompaña y nos pide una santidad personal y comunitaria».

El trabajo como servicio

Por su parte, monseñor Jesús Vidal, obispo auxiliar de Madrid, concelebró en la basílica de la Milagrosa, en cuya residencia aneja de los paúles san Josemaría vio la voluntad de Dios para que fundase la Obra.

Con un recuerdo emocionado por las víctimas de la pandemia y sus familiares, en la homilía instó a hacer de la vida «un reflejo de la vida divina», «haciendo el trabajo con amor, viviendo como san Josemaría la voluntad de Dios para cada uno, haciendo del trabajo un servicio».