Este Viernes Santo, 15 de abril, uno de los capellanes del Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE), el delegado de Movilidad Humana, Rufino García, y un voluntario, Tomás Ludeña, han celebrado un vía crucis con un grupo de personas allí recluidas.

Han ido contemplando los diversos momentos de la Pasión y la Muerte de Jesucristo «precisamente en un lugar en el que las personas que estáis aquí –en palabras textuales de la monición introductoria– estáis retenidas en contra de vuestra voluntad, privadas de libertad y con un futuro incierto por delante». «Sois víctimas de un sistema injusto que hace sufrir gratuita e inútilmente. En vosotros, Jesucristo está sufriendo hoy su Pasión y su cruz», han aseverado.

En la celebración se ha leído el texto bíblico correspondiente a cada estación, se ha hecho una oración alusiva a las diferentes realidades en las que se hace hoy presente la Pasión y la Muerte de Jesús (guerras, hambre, desplazamientos forzosos, enfermedad, falta de luz en Cañada Real, personas víctima de trata, discriminación de la mujer, etc.) y se ha concluido cada estación alternando el rezo del padrenuestro y del avemaría con silencios y con cantos. Al final, según detallan, «adoramos sencillamente la cruz y les entregamos una pequeña cruz coronada con las cuentas del rosario y un pequeño folleto La Semana Santa con el Papa Francisco».

El propio García subraya que «contrastaba la frialdad y aspereza del espacio con la emoción de esos rostros sufrientes que experimentaban la cercanía de un Dios crucificado que los bendecía, los abrazaba y les ofrecía la esperanza y el sueño de un futuro mejor para sus vidas».