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Viernes, 29 mayo 2020 12:51

Virgen de La Paloma y San Pedro el Real: «los pobres son de todos»

Virgen de La Paloma y San Pedro el Real: «los pobres son de todos»

Desde el inicio de esta crisis que estamos viviendo a causa de la pandemia provocada por el COVID-19, la parroquia de Virgen de la Paloma y San Pedro el Real (Paloma 1, y Toledo, 98) se ha reinventado para ser como un faro en medio de la necesidad. Y lo ha hecho ofreciendo ayuda espiritual, pastoral y material a través de diferentes medios.

«A la parroquia ha llamado mucha gente que estaba derrumbada. Desamparada. Necesitaban hablar. Que se les escuchara. Recibir una palabra de esperanza», explica Gabriel Benedicto, párroco del templo.

Algo que los sacerdotes han realizado, por ejemplo, mediante la atención telefónica. «Desde la Pastoral de la Soledad se atendía a 40 personas. Hemos seguido en contacto con todas ellas a través del teléfono, y les hemos ofrecido atención y acompañamiento. Una de ellas ha fallecido por el coronavirus. Ahora, en junio, pretendemos recuperar las visitas, con las medidas de protección adecuadas. Porque ha habido mucho aislamiento durante demasiado tiempo», señala.

Escuchar, animar, tranquilizar, acompañar. Por ejemplo, a los ancianos de la cercana residencia, donde el 25% de los internos ha fallecido y otros tantos están en el hospital. «Al comienzo de la pandemia, le propusimos a la directora hacer un concierto desde el patio para los abuelos. Fue muy bonito. Ellos se pudieron ver y saludar…».

También la música ha sido el motor de la unión con personas a las que ni siquiera conocían. Todo comenzó con motivo del 101 cumpleaños de la abuela del párroco. «Se nos ocurrió hacer un concierto por YouTube. Y luego la gente respondió muy bien. Algunos nos pedían cosas concretas. Incluso nos han invitado a hacer conciertos…» comenta con humor. Canciones que han acompañado a los vecinos en los duros momentos vividos. «Una vecina me decía que la animábamos la tarde, y nos escuchaba mientras paseaba por su casa. Y es que los cánticos levantaban los ánimos, alegraban a la gente».

Redes sociales

«Uno descubre que es verdad que la gente está en las redes», confiesa Gabriel. «Y es que hemos recibido testimonios muy bonitos de gente que ha ido viendo la Misa» que se sigue emitiendo a las 20:30 horas a través del canal de YouTube de la parroquia.

«He descubierto que la gente tiene necesidad de una palabra… A algunos les ha ayudado mucho la homilía. Nos pedían que se la enviáramos…».

Considera que «la Iglesia católica no está presente en las redes sociales, pero nunca voy a predicar a tanta gente… A través de las redes llegas a personas a las que nunca habías pensado que podrías llegar».

«Hay mucha gente alejada a la que hemos llegado por este medio, que no es lo habitual», apunta. Fruto de ellos son los testimonios de conversiones y de acercamiento a la fe que no han faltado en estos días. «Una doctora nos comentaba que su hermana vivía con ella. Y como seguía nuestra Misa, no tuvo más remedio que hacerlo ella también. Antes estaba alejada de la Iglesia, ahora está en proceso de acercamiento…». O como el joven colombiano cuyos padres recibieron ayuda puntual para poder pagar el alquiler. «Siguieron nuestra Misa y el chico vino por la parroquia, se confesó, y hoy asiste regularmente a la Eucaristía».

Oración por los fallecidos

En estos momentos de dolor y desesperación, los sacerdotes del templo han atendido muchas llamadas de personas que habían perdido familiares o amigos. «La gente lo ha pasado muy mal al no poder acompañar a sus seres queridos». «Te encuentras con situaciones de mucho dolor. Miedo. Situaciones dolorosas». Por eso, «también rezar por ellos es caridad».

«La Misa ha consolado. Y también lo ha hecho el rezar por los difuntos». Aunque no fueran de la parroquia. «Hemos pedido por todos los que nos han pedido, asegura. Hace poco ha venido una persona de Aluche muy agradecida a hacer un donativo porque pedimos por su hermano». «Ha sido como muy familiar».

Acción social

Gabriel reconoce que, a pesar de lo vivido, «ha sido un tiempo bonito, de abrir puertas, de estar todos sumando». Y, es que, «me ha gustado mucho la disponibilidad. Porque los pobres son de todos».

El quipo de voluntarios «ha trabajado 24 horas por teléfono. Pero detrás había un trabajo permanente» para que nadie se quedara sin ayuda. En coordinación con otras parroquias de la zona, y con los Servicios Sociales, «con los que hemos podido contrastar las personas a las que estábamos ayudando».

Confiesa que estuvo a punto de cerrar el Banco de Alimentos. «Y durante la pandemia hemos atendido a 118 familias, algunas derivadas», que cada 15 días han recibido un lote de alimentos procedentes del Banco de Alimentos, de distintas asociaciones y particulares, del Ayuntamiento, y de tres grandes compras realizadas por la parroquia. Además, «gracias al consulado paraguayo, durante la pandemia hemos dado comida a 300 familias». Y han ofrecido 37 comidas calientes diarias.

«Ha habido una explosión de acción caritativa. Y ahí nos hemos puesto en marcha», confiesa. Y es que «hay pobres nuevos. Gente que jamás había pedido». Por eso, su máxima ha sido ayudar. «Aunque no sepas quién te pide. Te tienes que fiar de lo que te cuentan».

«También hemos ayudado muchísimo con los alquileres. Lo importante era evitar que la gente perdiera la vivienda». «Hemos podido ayudar a que mucha gente no se quede en la calle». Algo que ha sido posible «porque ha habido muchos donativos». Quizás producto de la invitación que hizo el párroco en la Misa del Jueves Santo…

Y es que, en medio de toda esta situación, puede afirmar que «nos ha bendecido el Señor. Estoy asombrado».

Todos sumando

Gabriel reconoce que, a pesar de todo, «ha sido un tiempo muy bonito. De abrir puertas. De estar todos sumando». «Ha sido como una red para ponernos todos en comunión, y ayudar unos a otros».

Además del compartir con otras parroquias, ha sido una época de «amistades y relaciones muy nuevas. Hablas mucho con la gente. Ha habido muchos encuentros con personas, creyentes y no creyentes. También con la asociación vecinal»…

Por ejemplo, «personas que no conocía se han ofrecido como voluntarios: para la atención a domicilio, para llevar menús o para realizar la compra... A todos ellos les he dado las gracias por el ejemplo que me han dado».

Culto con fieles

Desde el lunes 18 de mayo, el templo ha abierto sus puertas al culto con fieles cumpliendo las normas para ello establecidas.

Con un aforo en esta primera fase para 100 personas, de lunes a sábado se celebra la Misa a las 12:00 y a las 19:00 horas. Y los domingos, a las 10:00, 12:00, 13:00 y 19:00 horas.

También se mantiene la Misa de las 20:30 horas, que se emite de lunes a domingo a través de YouTube. «Es posible que se suprima la retransmisión después de Pentecostés», indica. Y es que el templo se está adaptando a la nueva situación surgida. «Estamos montando una posible conexión para celebraciones… la idea es poder retransmitir, quizás en momentos puntuales, como la novena de la Virgen…».

Después de tantas vivencias acumuladas, Gabriel reconoce que quiere «ir retomando la normalidad». Y concluye afirmando. «ha sido un tiempo muy fructífero».