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Miércoles, 05 diciembre 2018 10:02

Obras (IV): la solución arquitectónica de Sidro y Chueca (I)

Obras (IV): la solución arquitectónica de Sidro y Chueca (I)

1944

El proyecto de Sidro y Chueca para la catedral de la Almudena gustó a muchas personas. Entre ellas, al ilustre historiador y crítico Enrique Lafuente Ferrari, que publicó en Arte Español de 1945 un extenso artículo acompañado de los planos primitivos del proyecto e incluso un dibujo preparado por los arquitectos, exclusivamente para este artículo.

Años después, el propio Fernando Chueca en su libro La Invención de una catedral (1995), le dedica un capítulo entero. Por todo ello, consideramos de interés dedicar también varios capítulos a este artículo tan especial.

Como apunta Lafuente Ferrari, el Concurso Nacional de Arquitectura de 1944 fue uno de los más peliagudos, pues había que dar una solución a la catedral madrileña de la Almudena, en construcción desde hace más de sesenta años.  El historiador, alaba con gran entusiasmo a los dos arquitectos: «Fernando Chueca y Carlos Sidro son dos arquitectos de talento, bien conocidos por su labor seria y su cultura profesional, que destacan por derecho propio ente la joven generación, y que ya hace dos años obtuvieron un premio extraordinario por su proyecto para la terminación de la Catedral de Valladolid».

El punto de partida era una iglesia de inspiración gótica, proyectada por el marqués de Cubas, y construida ya en pleno siglo XX, que no correspondía al criterio y al gusto del momento. Además, que estaba sentenciada a enfrentarse con el regio Palacio de Oriente.  

Era necesario por tanto, mantener la construcción de Cubas, pues la destrucción de lo edificado no era posible, ni el propio planteamiento del concurso, admitía esta posibilidad.

Se pregunta Ferrari: ¿Cómo resolver una construcción ya avanzada, que se va ejecutando con arreglo a una traza goticista, de manera que, sin derruir lo que está ya realizado, venga a darse al gran templo una silueta diferente y armonizable con el conjunto monumental palatino? Esta era la gran cuestión que tenía que abordar los decididos concursantes.

Chueca y Sidro partieron para el estudio de su proyecto de 3 supuestos principales:

  • En primer término, se hacía preciso modificar la silueta de la catedral proyectada en el pasado siglo, de tal modo que su proporción y su estilo no tengan nada que ver con el estilo gotizante del romanticismo del proyecto de Cubas.
  • Segundo, por prudencia y economía, aprovechar toda la obra actual, sin destrucciones ni pérdidas, tanto de tiempo como de fábrica en lo ya edificado. 
  • Y, en tercer término, parecía evidente a los arquitectos concursantes que la catedral, no podía quedar como un islote flotante frente al conjunto palatino; era pues necesario ligar la construcción catedralicia con la vasta ordenación del Palacio de Oriente y sus dependencias.

Como se puede ver en el plano adjunto, el proyecto ofrece una ordenación urbanística total de modo que, sin suprimir del actual cerramiento de la verja de la plaza de la Armería, pueda logarse un conjunto de edificación armónico aun a pesar de la planta gótica del templo catedralicio.

Así, Lafuente Ferrari resume que quedan resueltos y conseguidos los más importantes problemas que era preciso afrontar al estudiar el espinoso proyecto, a saber:

  • Conjunto monumental logrado sin disonancias.
  • Unidad de altura en las cornisas.
  • Ocultamiento de la estructura gótica (imposible ya de suprimir).

Puede consultar la serie completa de Una mirada a la historia en la web del Año Jubilar Mariano.