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Jueves, 31 enero 2019 10:18

Breve memoria sobre la situación y futuro de las obras inconclusas de la catedral de Santa María la Real de la Almudena (1973)

Breve memoria sobre la situación y futuro de las obras inconclusas de la catedral de Santa María la Real de la Almudena (1973)

En el verano de 1973 se redactó una breve memoria explicativa sobre la situación y futuro de las obras inconclusas de la catedral de Nuestra Señora de la Almudena. Se cumplían 90 años del inicio de las obras, y se expuso el estado delicado en que se encontraban dichas obras.

Así era referido: «En el templo falta fundamentalmente la terminación del crucero y sus dos fachadas. La que mira al Campo del Moro está más avanzada (terminada en su mitad inferior) y la que mira a la calle de Bailén solo iniciada y elevada unos seis metros.

Del crucero, naturalmente, falta la coronación o cimborrio, que se ha proyectado en forma muy sencilla y de fácil construcción: un cuerpo de luces cuadrado de cantería, un artesonado plano de hormigón policromado y una gran flecha o chapitel sobre armadura metálica.

Falta también cubrir la nave alta del presbiterio, pues las naves laterales, las de la girola, las capillas radiales y las dos sacristías están terminadas y abovedadas. Por último, sería necesario completar las obras de ornamentación y escultura, sobre todo en la fachada principal del templo.

En cuanto a las obras complementarias, que posibilitarían la organización de un centro representativo, cultural y administrativo de la diócesis, falta, por una parte, la construcción del cuerpo simétrico del actual cuerpo claustral con relación a la fachada del crucero, que quedaría en el ángulo de Bailén y Mayor, y por otra, el ala de poniente de la plaza de la Armería. El primero y más importante de todos estos cuerpos serviría para alojar las oficinas que la diócesis tiene repartidas por varios edificios de Madrid. Este cuerpo sería de planta casi cuadrada y tendría cuatro fachadas libres.

Completaría la fachada del conjunto a la calle de Bailén. Interiormente, el edificio tendría dos plantas de sótano para aparcamientos y cinco plantas superiores para los usos que se estimen oportunos. Estas alturas interiores no modifican la ordenación de las fachadas, que repetirán exactamente las del actual cuerpo claustral.

El otro cuerpo que queda por completar es el del ala de poniente de la plaza de la Armería. Este está en parte construido (aproximadamente el cincuenta por ciento) y falta completarlo».

Ante estas contrariedades, la memoria termina haciendo un alegato a favor de la unión de las distintas instituciones para poder así concluir la tan deseada catedral: «si se logran canalizar y articular los esfuerzos de diversos organismos estatales, municipales, eclesiásticos e incluso particulares, en una tarea de entusiasta cooperación, un problema, que no es problema, se desvanecería como por ensalmo. Madrid guardará constante gratitud a todos los que ayuden a resolverlo».

Puede consultar la serie completa de Una mirada a la historia en la web del Año Jubilar Mariano.