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Jueves, 07 febrero 2019 10:03

9 de noviembre de 1976: Festividad de la patrona de la Villa

9 de noviembre de 1976: Festividad de la patrona de la Villa

«¿Qué harán los madrileños por su catedral?». Con esta pregunta abría la portada del diario ABC el día de la fiesta de la Virgen de la Almudena del año 1976. Ciertamente, a pesar de estar inconclusa la catedral, los madrileños seguían celebrando a su Patrona el 9 de noviembre. Así lo recogían los periódicos de la época, como el ABC. La celebración comenzaba con misa solemne en la «temporal» catedral de San Isidro y posteriormente se rezaba una Salve en la Cuesta de la Vega, frente al muro en el que según la tradición apareció la primitiva imagen de la Almudena.

Ya por la tarde, se solía sacar en procesión la imagen de la Virgen por las calles del Madrid antiguo. Entre la comitiva que asistía a la procesión figuraban el alcalde de Madrid, el arzobispo y distintas autoridades municipales y eclesiásticas.

Si bien, más adelante, el periódico se hacía eco también del estado crítico de las obras: «(…) hoy, esa fachada y esas torres no son más que el monumental telón de fondo tras el que permanece desde hace siete años, una obra inacabada. Y lo peor es que está en camino de un total deterioro de lo realizado, si no se toma una medida urgente.

Nadie que pase junto a la valla que cierra la zona de obras en la calle Bailén podrá imaginar siquiera que ahí en medio del Madrid noble, monumental, hay un pequeño huerto donde el guarda de obras, treinta y tres años al pie del cañón, cultiva rosales, pimientos y fresones. Todavía está allí instalada, la gigantesca grúa que se desplaza por una vía giratoria a propósito para el traslado y elevación de los grandes bloques de piedra, algunos labrados, que se amontonan por todas partes. Los andamios quedaron montados cuando la obra se paralizó.

La humedad, el agua, resbala por arcos, columnas y bases, y erosiona peligrosamente la piedra arenisca, fácil al desmoronamiento». Los expertos apelaban a adoptar medidas urgentes para evitar más deterioros en la estructura y cubrir con uralitas lo ya construido para que el agua no penetrase.

Por otro lado, las conversaciones entre Ayuntamiento y el Arzobispado seguían produciéndose, pero sin mucho resultado: «El alcalde, don Juan de Arespacochaga visitó ayer por la mañana al cardenal Vicente Enrique y Tarancón, en el palacio arzobispal para tratar de las obras paralizadas de la catedral de la Almudena.

El alcalde, en su última rueda de prensa con los informadores municipales, manifestó que la prosecución de la obras corresponde al Arzobispado, si bien el Ayuntamiento colaboraría si las demás partes implicadas hicieran lo propio. Dos días después el provicario de la diócesis confirmó las manifestaciones del alcalde en el sentido de que compete al Arzobispado la finalización de las obras, pero que éstas no se iniciarán hasta que no hayan sido atendidas otras necesidades más acuciantes de templos de la diócesis».

Puede consultar la serie completa de Una mirada a la historia en la web del Año Jubilar Mariano.