En este sentido, el prelado señaló dos aspectos importantes del bien que este carisma es para la Iglesia y para su vida personal, vivida de forma tan concreta como la compañía en el camino de la fe con personas que le han acompañado en sus años de vocación sacerdotal y ministerio episcopal. Una participación de la vida y educación en la fe, y de encuentro con personas en Comunión y Liberación y su fundador Don Giussani que «no me ha cerrado, ni me ha empequeñecido en mi amor a la Iglesia» y «no lo he considerado un obstáculo para amar otras formas, modalidades, temperamentos. Al contrario».
De la Iglesia como cuerpo de Cristo y prolongación de su Presencia, a través de personas, también con sus fragilidades y torpezas, y de la coincidencia entre la plenitud de la vida humana y la vida divina («El santo es el hombre verdadero», recordó monseñor Martínez en palabras de Don Giussani) fueron los dos aspectos que el arzobispo subrayó en su homilía.
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Jóvenes
La Santa Misa estuvo guiada por una intención de oración inicial dedicada a los jóvenes y al próximo Sínodo que se celebrará en Roma el próximo mes de octubre, para que «pidamos al Señor vivir con intensidad la pasión educativa por las nuevas generaciones que animó siempre el pensamiento y la obra de don Giussani».
Precisamente, el origen del carisma nacido de Don Giussani comenzó junto a los jóvenes, cuando el sacerdote italiano era profesor en un instituto de Milán en los años 50. Y en la carta dirigida por su presidente Julián Carrón a los miembros de la Fraternidad, tras su encuentro una semana antes con el Santo Padre, se invitaba a seguir trabajando con los jóvenes como ha venido haciendo el carisma, animados también por las palabras de Francisco que ha expresado su interés en escuchar a todos estos jóvenes, creyentes y no creyentes.
La Santa Misa en el XIII aniversario del fallecimiento de Don Luigi Giussani y el XXXVI aniversario del reconocimiento pontificio de la Fraternidad de Comunión y Liberación se celebra paralelamente durante este mes de febrero en otras diócesis, presididas por sus respectivos pastores, como en Madrid, Pamplona, Getafe, Cuenca y Barcelona.
Comunión y Liberación
«Comunión y Liberación es esencialmente una propuesta de educación en la fe cristiana. Una educación que no acaba a una determinada edad, sino que continúa siempre, porque siempre se renueva y se profundiza. Lo mismo ocurre con el Evangelio que, a pesar de ser escuchado mil veces, revela siempre aspectos nuevos. Es lo que sucede en la experiencia del amor humano, en la creación artística e incluso en la simple vida diaria. La búsqueda de la verdad, la belleza, la justicia y la felicidad no se agota nunca. Lo mismo se da con la educación en la fe que hace del cristianismo una aventura en la vida y no una simple ‘preparación’ para la vida», explica este movimiento con presencia en numerosas comunidades en España, entre ellas en la Diócesis granadina.
Paqui Pallarés