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Viernes, 08 mayo 2015 06:59

Justo Bermejo, Vicario Episcopal para el Clero: “Los curas siempre tenemos fallos, necesitamos superarnos”

Justo Bermejo, Vicario Episcopal para el Clero: “Los curas siempre tenemos fallos, necesitamos superarnos”

El Vicario Episcopal para el Clero, Justo Bermejo ha intervenido esta mañana en ‘El Espejo de la Iglesia en Madrid’ con motivo de la festividad de San Juan de Ávila, Patrono del Clero Español, que se celebra este domingo, 10 de mayo. “San Juan de Ávila –ha dicho- es el patrono de los sacerdotes. La función, la tarea, el rol que el cura tiene en la Iglesia es muy importante. Los curas siempre tenemos fallos, necesitamos superarnos. Necesitamos pedirle a Dios que nos ayude para ir creciendo porque la misión del cura es ayudar a los fieles a que vivan en plenitud el sacerdocio común del que participan, pero cada uno de los fieles. La Iglesia no crece sino crecemos los fieles. La Iglesia somos los miembros, no es una entidad etérea sino cada uno de sus miembros, desde el Papa hasta el monaguillo, y para que la Iglesia realice la misión que Dios ha puesto en nuestras manos tenemos que alimentarnos mucho”.

Además, ha recordado que “en Madrid hay cerca de 2.000 curas, incardinados en la diócesis, unos 1.120, sacerdotes extra diocesanos que trabajan en Madrid, entre 250 y 300 religiosos que viven en sus comunidades pero que tienen cargos pastorales en la diócesis, y 438 y 150 sacerdotes de África y América del Sur que realizan estudios superiores aquí”. Por eso, en alusión a los actos que se están desarrollando durante la jornada de hoy para celebrar la festividad del Patrono, considera que “es muy importante que nos reunamos y podamos conocernos, pero es muy difícil conocernos todos. Por eso en la estructura de la diócesis es muy importante la reunión de los arciprestazgos, que se reúnen quincenal o mensualmente”.

Justo Bermejo cumplirá en agosto 62 años como sacerdote. “Para mí han sido 62 años muy felices con muchas dificultades, pero he vivido con mucha ilusión y con muchas tareas. He estado en parroquias de pueblo, de ciudad, 11 años encargado de la Pastoral familiar de la diócesis, director del secretariado de Apostolado Seglar de la CEE, vicario de un territorio durante 10 años y ahora vicario para el clero. Ha sido un itinerario variado pero precioso. Cada uno de esos momentos los he vivido con mucha intensidad, pero de lo que más me acuerdo es de la parroquia, el vivir el proceso que sigue cada fiel en su fe es maravilloso. Estuve 7 años en la parroquia de los Ángeles, tenía 90.000 habitantes. Tenía una vitalidad, con muchos encuentros. Cada semana recibía 500-800 personas”.