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Lunes, 11 febrero 2019 07:59

Monseñor José Cobo: «Si algo necesita el mundo, es que haya gente que ame como Dios ama»

Monseñor José Cobo: «Si algo necesita el mundo, es que haya gente que ame como Dios ama»

El pasado 2 de febrero, monseñor José Cobo, obispo auxiliar de Madrid, concluyó su visita pastoral a la parroquia Madre del Buen Pastor (C/San Mario, 81). Lo hizo con una solemne celebración de la Eucaristía, en la que estuvo acompañado por varios sacerdotes misioneros de la Fraternidad Misionera Verbum Dei, a quienes está encomendado el templo: el padre Teodoro B. Lorá Camó (administrador parroquial), el padre Daniel dos Santos y el padre Ramiro Gallo Isaza. Tal como estaba previsto, la Misa dio comienzo a las 19:30 horas.

Durante la celebración, instituyó seis ministros extraordinarios de la sagrada comunión al servicio de la comunidad parroquial.

En su homilía, explicando las lecturas del domingo, dijo a la comunidad que «el amor nos hace tocar a Dios». Así como Dios escogió al profeta Jeremías (primera lectura), «Dios nos ha escogido para amar». Exhortó a la comunidad diciendo: «Sentíos elegidos para amar, porque si algo necesita el mundo, es que haya gente que ame como Dios ama. Hay muchas formas de amar, pero nosotros hemos entendido que hay una forma especialísima de amar y es la que Jesús nos ha enseñado».

También hizo mención de la fiesta de la Presentación del Señor, día en que la Iglesia celebra la Vida Consagrada: «Hoy, al celebrar la fiesta de la Presentación del Señor, me gustaría que fuerais en la parroquia capaces de dejaros presentar al Señor. Jesús se puso en manos de María y José para ser presentado. Hoy yo os invito a que nos dejemos presentar por la Iglesia». Agradeció la presencia de los consagrados que trabajan en esta parroquia e invitó a todos los fieles a presentarse al Señor, como lo hicieron María y José con el niño Jesús.

A los ministros extraordinarios de la Sagrada Comunión les dijo: «Eso que vais a hacer vosotros, los ministros extraordinarios de la Comunión, es una parábola de lo que somos todos. Sentid que la Iglesia os presenta a Dios».

Después de la celebración, en una breve entrevista realizada por uno de los jóvenes de la parroquia, declaró: «Los jóvenes son el ahora de la Iglesia. Dios se fía de los jóvenes para que ahora mismo sean transmisores de la buena noticia, de su mensaje, para sus comunidades y para la gente que tienen al lado».

La jornada concluyó con un ágape fraterno con la comunidad, en un ambiente festivo y familiar.