Como en años anteriores, el Jueves Santo el cardenal Osoro quiso acercarse a la cárcel de Soto del Real para celebrar la promulgación del Mandamiento Nuevo con los internos, que le habían compuesto una canción y le contaron algunas de sus historias. El arzobispo de Madrid, que lavó los pies de varios internos, subrayó que «Dios lleva la paz a todos».
En la visita también participaron el vicario episcopal para el Desarrollo Humano, Integral y la Innovación, José Luis Segovia; el vicario episcopal de la VIII, padre Ángel Camino, OSA; la delegada de Pastoral Penitenciaria, María Yela; uno de los capellanes del centro penitenciario, padre Paulino Alonso; el jesuita Manuel Gallego y otros colaboradores de Pastoral Penitenciaria.