Jesús se acercó a Bartimeo, «aquel ciego que está tirado, gritando y nadie le hace caso», y le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti». Así tiene que acercarse también la Iglesia a las víctimas de abusos porque, según resaltó el arzobispo de Madrid este jueves, 6 de junio, en la presentación de Ya no te llamarán abandonada (PPC), «Jesús le ha dado la misión de sanar, de acompañar».
El arzobispo de Madrid incidió en que la Iglesia «tiene que tener la decisión firme de escuchar» a las víctimas y, después, tiene que «saber acompañar», dando todo el tiempo que necesite a un «ser humano que ha sufrido tanto» y tiene una herida que se reabre y sangra, y «hay que darle confianza». «No es un juicio lo que hacemos, sino la decisión de encontrarnos de verdad con la persona», aseveró.
«El abuso es el Everest de todos los traumas»
Aludiendo al libro, que reconoció haber leído «cuatro veces», subrayó que «no bastan lamentaciones y denuncias», ni hablar únicamente de tolerancia cero, sino que hay que acabar con la «cultura del abuso» que afecta a la Iglesia pero también a toda la sociedad.
En este sentido, el purpurado agradeció al autor, el misionero del Verbum Dei Luis Alfonso Zamorano, que a la hora de abordar un drama de tal «envergadura» ofrezca «una mirada humanizadora» porque «es fundamental abrir caminos de esperanza para todos los que están implicados».
El propio Zamorano, que lleva tiempo acompañando víctimas de abusos tanto en la Iglesia como en familias, abogó por «creer a la persona» porque, cuando «se atreve a abrir y a contarlo, o a presentar una denuncia, tiene más que perder que ganar». Y aunque explicó que cada víctima es un mundo, señaló que «el abuso es el Everest de todos los traumas» y recordó que sufren «síndrome de estrés postraumático», que se había usado en origen con los «supervivientes de la guerra de Vietnam».
Moderado por el director de la revista Vida Nueva, José Beltrán, el encuentro concluyó con el desgarrador testimonio de una víctima de abuso intrafamiliar y con una canción escrita por el autor de Ya no te llamarán abandonada al hilo de sus experiencias de acompañamiento.