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Lunes, 10 junio 2019 10:15

Cardenal Osoro: «Pentecostés cambió la vida y la historia de los hombres»

Cardenal Osoro: «Pentecostés cambió la vida y la historia de los hombres»

«En esta solemnidad de Pentecostés, que nos hace actualizar aquello que sucedió en el inicio de la misión evangelizadora de la Iglesia y que sigue sucediendo hoy, es el Espíritu Santo quien guía a la Iglesia en su misión como en el principio». Así, con esta luminosa carta de presentación, comenzó el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, la Eucaristía que presidió el pasado domingo, 9 de junio, en la catedral de Santa María la Real de la Almudena.

Revestido de la luz que perpetúa la venida del Espíritu sobre los apóstoles, destacó que estamos en este mundo «para realizar esa misión que comenzó hace 21 siglos». Y es bueno recordar, continuó, en el día de Pentecostés, que «si arrancamos del discípulo de Cristo la misión, estamos destruyendo la identidad de un discípulo del Señor». Porque «somos misión», y solo así, «conocerán que somos miembros vivos de la Iglesia».

«¿Los cristianos, como los primeros discípulos, desconcertamos hoy?»

El purpurado subrayó que Pentecostés –el día que pone fin al tiempo pascual– «cambió la vida y la historia de los hombres». Ya lo hizo con los apóstoles, merced al Espíritu Santo, «que es lo que les convierte y pasan de ser unos hombres miedosos y encerrados en sí mismos, a contar lo que han visto en el Señor». Porque Él «había resucitado» y «tenían que anunciar a los hombres una manera de vivir y de estar en el mundo, la que Cristo –Camino, Verdad y Vida– les había enseñado». Pentecostés, recuerda, «cambia sus vidas» y «cambia la vida de la Iglesia que comienza su misión».

Con esta promesa tatuada en el corazón de todos los cristianos, invitó a los presentes a hacerse la misma pregunta que se hacían los primeros discípulos, y que se hizo la gente que escuchaba a los primeros discípulos. «¿También nosotros, los cristianos, desconcertamos hoy?».

«Comunicad la Buena Noticia con vuestra propia vida»

En el día en que se cumplió la promesa de Cristo a los apóstoles, de que el Padre enviaría al Espíritu Santo para guiarlos en la misión evangelizadora, el cardenal reveló que este acontecimiento enseña «cómo la Iglesia muestra su identidad comunicando la Buena Noticia». Y «eso es lo que os pide a vosotros, entre vuestros amigos, entre la gente», pues «es definirse como cristiano y, sobre todo, expresarlo con vuestra propia vida».

Una tarea que realizar con un objetivo común: «Recorramos la luz de la confortadora alegría de evangelizar, irradiando la alegría de haber recibido la alegría de Cristo». Y una invitación que debe llevarse a cabo «sin excluir a nadie», siendo un pueblo de Dios «que tiene la misión más bella que puede existir, que todos los hombres puedan vivir con la fuerza, con la luz y con la amistad de Cristo».

«La Iglesia que vive con miedo no es la de Cristo»

Finalmente, el pastor de la Iglesia madrileña incidió en que tenemos una misión, que encuentra su razón principal en «llevar a los hombres de la oscuridad a la luz», que es el mismo Cristo.

«La Iglesia que vive con miedo no es la de Cristo», dijo. «La Iglesia de Cristo es la Iglesia en la que el Señor irrumpe en medio de aquellos hombres, se hace presente, se manifiesta, abre puertas y los dice “paz a vosotros”», y «los comunica que recibirán el Espíritu Santo porque caían las lenguas de fuego sobre ellos como han venido sobre nosotros». De esta manera, «los comunica que marchen, que los envía: “Lo mismo que el Padre me envió, así os envío yo”», concluyó.