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Jueves, 18 julio 2019 12:28

El monasterio de San Lorenzo de El Escorial acoge una solemne Eucaristía en honor a san Agustín

El monasterio de San Lorenzo de El Escorial acoge una solemne Eucaristía en honor a san Agustín

El 28 de agosto, miércoles, la Iglesia celebra la festividad litúrgica de san Agustín.

La comunidad Agustiniana del Real monasterio de San Lorenzo de El Escorial honrará al santo con una solemne Eucaristía que dará comienzo a las 13:00 horas en la iglesia de la basílica. En ella concelebrarán unos 30 sacerdotes Agustinos de las tres comunidades presentes en la localidad: la del monasterio, la del Real Colegio Alfonso XII y la de la Universidad María Cristina. La Misa será cantada por los niños de la Escolanía del monasterio de  San Lorenzo de El Escorial.

Las tres comunidades de frailes Agustinos de San Lorenzo de El Escorial están integradas por 33 sacerdotes y unos 18 religiosos jóvenes en periodo de formación, que ya han emitido los votos temporales en la orden de San Agustín. También viven con ellos los niños de la Escolanía.

Real monasterio de San Lorenzo

Cuando Felipe II levantó el Real monasterio de San Lorenzo de El Escorial se propuso en un principio que fuese un edificio en el que se acogiesen los restos mortales de su padre, Carlos V, y de la familia real. Para su custodia y sufragios, puso una comunidad de monjes Jerónimos que elevasen sus preces a Dios en acción de gracias y en súplicas por el eterno descanso de la familia real. Poco a poco, según se fue levantando el edificio, se fueron forjando nuevos objetivos, como ser residencia real, centro de cultura, seminario de estudios, talleres de oficios, hospedería, hospital…

Los monjes Jerónimos, durante casi tres siglos, fueron el alma de este gran cuerpo. Desaparecieron con la desamortización de Mendizábal. Gracias a la intervención de san Antonio María Claret, durante 9 años, y la llegada de los Agustinos en 1885, se dio nueva vida a este monumento.

En la actualidad, los religiosos Agustinos integrantes de las comunidades existentes –monasterio, Real Colegio y Universidad- siguen siendo el alma de este edificio, siempre fieles a las pautas establecidas por Felipe II: buscar en todo la armonía entre razón y fe, cultura y religión.