Monseñor Jesús Vidal, obispo auxiliar de Madrid, ha visitado este miércoles, 19 de febrero, a los alumnos del colegio diocesano San Bernardo, con los que ha mantenido un encuentro marcado por la «sencillez y cercanía», que son, en palabras del director del centro, Fausto Marín, «los dos ejes que queríamos transmitir con la visita».
Los más pequeños, de Infantil y 1º y 2º de Primaria, han sido los encargados de recibir a monseñor Vidal con una canción y una poesía que habían preparado para la ocasión, y que el obispo ha acogido «sorprendido porque me habéis preparado esto tan bonito». Y les ha deseado «que aprendáis tantísimas cosas para poder dar alegría a Dios y a los demás; y no solo en la cabeza sino también en el corazón, para aprender a amar».
Tras una visita breve a la capilla, el obispo auxiliar ha sido convidado a un desayuno con el Consejo Escolar y representantes de padres, que le han acercado la realidad del colegio. Ha podido constatar, entre otras cosas, «la buena relación que hay con las familias».
Inmediatamente después se ha dado paso al encuentro con llos estudiantes de todos los cursos, porque, según explica el director, «creíamos que era importante que don Jesús tuviera un diálogo con los alumnos, y que ellos vieran la cercanía del pastor, que viene a su casa».
«Percibo en los jóvenes una grandísima sensibilidad»
Por grupos, desde 3º de Primaria hasta Bachillerato, los escolares han ido accediendo al salón de actos, donde el obispo auxiliar ha comenzado preguntándoles si sabían lo que era un obispo. «Un cura del siguiente nivel», ha contestado una de las pequeñas, a lo que don Jesús ha respondido divertido: «Un cura pro». Y acercándose a ellos con ejemplos entendibles, les ha explicado que la Iglesia es como una pizza con los laicos, consagrados, sacerdotes y obispos en los ingredientes.
Desde la curiosidad de los más pequeños («¿con cuántos años se puede ser obispo?», «¿cuántos obispos hay en el mundo?», «¿por qué los curas se llaman curas?», «¿qué diferencia hay entre obispos y curas?», «¿qué es esa cruz que llevas colgando?») hasta las inquietudes de los más mayores, el obispo ha ido respondiendo una por una a todas las cuestiones, siempre reforzando al alumno con un «muy buena esa pregunta, muchas gracias».
Monseñor Vidal ha reconocido que «uno puede ver en sus preguntas cuáles son las inquietudes acerca de encontrar verdaderos caminos de felicidad, de igualdad, de sensibilidad…». «Percibo en los jóvenes una grandísima sensibilidad y una sed para la que muchas veces no encuentran caminos de respuesta. Que los obispos tengamos la posibilidad de encontrarnos directamente con ellos, de responder a sus preguntas de forma accesible, y que ellos puedan entender lo que es la vida de la Iglesia y cómo ellos también forman parte de la vida de la Iglesia, está siendo un momento muy bonito», ha explicado.
«Escuchar más a las mujeres»
Porque los alumnos mayores no han eludido las cuestiones más mediáticas. Una de las estudiantes ha querido saber «por qué los sacerdotes, obispos y el Papa no pueden tener mujer e hijos», a lo que monseñor Vidal ha respondido que Jesús no se casó porque quería «enseñarnos que había relaciones familiares más importantes» que la familia de la carne. Y se ha puesto a sí mismo como ejemplo al confiarles que él se quería casar pero «fui descubriendo que Dios me llamaba a tener una familia más grande», porque «hay un lazo más importante que el de la carne y la sangre: el del Espíritu. Y para enseñarnos esto, Jesús eligió vivir célibe».
Otra alumna le ha cuestionado por qué no hay «obispos que también son chicas», a lo que monseñor Vidal ha respondido destacando el papel de la mujer en la Iglesia, empezando por la Virgen y por María Magdalena, y ha recordado que «Jesús eligió a doce hombres porque su misión iba a ser hacerle presente físicamente a Él, y Él es varón».
A su vez, ha reconocido que «en la Iglesia tenemos que crecer mucho en escuchar más a las mujeres, que tenéis una mirada distinta», y les ha recordado a los alumnos que «a veces pensamos que el obispo es el jefe, pero en la Iglesia no se trata de mandar, se trata de servir».
Esa cercanía que ha podido vivir el obispo en su visita al centro educativo es, en sus palabras, «importante en un doble sentido: desde los fieles, porque ellos perciben que no están solos, que el pastor, que es quien hace presente a Jesús en medio del pueblo, está con ellos, los escucha y les da una palabra cercana; pero es también muy importante para nosotros porque no podemos ser pastores de despacho sino que hemos de tener un contacto directo con la gente para recibir cuáles son sus inquietudes, sus preocupaciones, sus miedos, pero también sus alegrías, sus esperanzas, sus expectativas. Y esto es algo fundamental para que podamos vivir nuestra misión».
El encuentro de monseñor Jesús Vidal con la comunidad educativa del colegio San Bernardo se enmarca en su visita pastoral a la parroquia San Fulgencio y San Bernardo en el arciprestazgo de San Miguel Arcángel de Carabanchel, perteneciente a la Vicaría VI, y forma parte de las visitas pastorales que los cuatro obispos auxiliares de Madrid están realizando por las vicarias de la diócesis desde el curso pasado.