Tras recibir la ordenación sacerdotal el pasado 5 de septiembre de manos del cardenal Parolin, en Roma, junto a otros 28 fieles del Opus Dei, el periodista madrileño de 50 años Ricardo Regidor Sánchez ha celebrado este fin de semana su primera Misa solemne. Lo ha hecho en la capilla del colegio Tajamar, centro del que fue alumno y donde ahora será capellán.
Tras 25 años de trabajo profesional en el mundo de la comunicación, el nuevo sacerdote destaca que «he entendido que debía iniciar un nuevo capítulo en mi vida, y abierto a la luz de Dios he visto que la novela de mi vida pedía una segunda parte, una vida que impulse a otros, que deje marca, como dice el Papa Francisco».
El nuevo sacerdote señala que «tras muchos años tratando de santificarme en un trabajo que me apasiona, había llegado a una estabilidad vital y personal, pero Él, que es el dueño de la historia y del tiempo, sacudió todo eso y me hizo el gran regalo del sacerdocio».
Sobre la comunicación de la fe, el periodista ahora sacerdote destaca que «hay que volver una y otra vez a la radicalidad del mensaje» a la vez que afirma que «un sacerdote comunica especialmente con su vida y con su ejemplo, y esa responsabilidad es especialmente importante».
Ricardo Regidor ha desarrollado su profesión en la editorial Palabra, después de estudiar Periodismo en la Universidad de Navarra, y hacer un Bachelor of Arts en Literatura Española y un Master de Creación y Humanidades por la Escuela de Letras de Madrid de Alejando Gándara. Es editor y autor de literatura infantil y de educación, con libros como Las capacidades del niño, La edad del despegue o Guía de los diez mandamientos para niños.
El sacerdote vallecano estudió en el CP Fray Junípero Serra, y siguió en el Juventud y Tajamar. Su primer trabajo fue en la agencia Europa Press, y lo recuerda «encantado con el periodismo de agencia, ágil y rápido, me enseñó a trabajar con premura y bajo presión».
Después fue el primer director de la revista Hacer Familia, y cuenta que «los padres y las familias necesitan mucho apoyo en su labor, ya no sirve educar como antes. El paradigma ha cambiado, aunque no los principios fundamentales».
Después del número 100 de Hacer Familia, dejó su dirección y pasó al departamento de publicaciones de la editorial Palabra, trabajando como editor, «algo que me apasiona: descubrir un autor, un texto, editarlo y publicarlo, arroparlo y promocionarlo y ver cómo –normalmente– acaba teniendo éxito».
En cuanto a las reacciones de familiares, amigos, colegas, ante su ordenación, dice que «han sido muy positivas, también de los no creyentes. Pienso que todos se dan cuenta de que el sacerdote se ordena para los demás; que no se trata de ninguna culminación personal sino la respuesta a una llamada al servicio».
Ricardo Regidor cuenta que «en algún caso, ha sorprendido que a mi edad, con la vida hecha, haya tomado una decisión que humanamente puede costar entender. Una conocida me dijo que tenía mucha suerte porque, al contrario que muchas personas, iba a tener la oportunidad de vivir una segunda vida, que me iba a llenar de plenitud y que iba a ayudar a mucha gente».