Quiero acercar a vuestro corazón algunas de las líneas fuerza que tiene la exhortación apostólica postsinodal Querida Amazonia. Debemos sentir con la Iglesia y así preocuparnos por esa parte de nuestro mundo, donde el Evangelio ha de seguir siendo anunciado, al tiempo que creo que hay sugerencias, intuiciones y direcciones que nos viene bien conocer y acoger en nuestro corazón.
|