Ante el misterio de la encarnación, cuando va a comenzar un año nuevo, os quiero invitar a anunciar la novedad del Evangelio. En palabras del apóstol san Pablo, «desterrad de vosotros la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda maldad. Sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros como Dios os perdonó en Cristo» (Ef 31-32). Por la pandemia afrontamos una crisis sanitaria, económica y social sin precedentes. ¿Seremos capaces de ser más auténticos en este año nuevo que comenzamos?
|