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Madrid. Infomadrid, 15-1-2024.- La Mesa por la Hospitalidad invita a las administraciones del Ministerio de Migraciones, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid a coordinar esfuerzos y crear un plan conjunto para dar una respuesta integral ante la situación migratoria.
Lo hace en el inicio de una semana marcada por dos grandes citas para la Iglesia que camina en Madrid: la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que este año tiene como lema 'Amarás al Señor, tu Dios… y a tu prójimo como a ti mismo'; y el Domingo de la Palabra de Dios, una jornada instituida por el Papa Francisco en la que se nos invita a los cristianos a la celebración, reflexión y divulgación de la Palabra de Dios.
Como explica el delegado episcopal de Liturgia, Daniel Escobar, con respecto a esta última, «no es casualidad que se celebre dentro del Octavario, puesto que la Palabra de Dios nos indica de modo especial el camino que hemos de seguir para lograr la unidad entre todos los que confesamos el nombre de Cristo. Como iniciativas concretas, la liturgia nos invita a cuidar particularmente en este día la primera parte de la celebración eucarística, la liturgia de la Palabra, utilizando en las parroquias el Evangeliario, que puede ser llevado en la procesión de entrada por el diácono o por otro ministro y se coloca encima del altar hasta la lectura del Evangelio, para significar la unión de la Palabra con la Eucaristía. También se nos anima a cantar el salmo responsorial, donde no se haga ya habitualmente, y a que el diácono o sacerdote inciense el Evangelio cuando es proclamado. Sin embargo, este domingo no puede quedarse únicamente en el subrayado de algunos gestos rituales durante la misa. No podemos olvidar la importancia de la Palabra en la oración de la liturgia de las horas. Asimismo, para captar con hondura su valor es necesario fomentar el estudio de la Escritura en la catequesis, así como hacer de la Palabra de Dios un verdadero alimento de nuestra vida espiritual. El cristiano no se acerca a la Sagrada Escritura buscando simplemente unos datos o conocimientos, sino queriendo escuchar la voz de Dios que aquí y ahora nos habla de un modo eficaz».
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