El programa de los Franciscos - Alfa y Omega

El programa de los Franciscos

Hay que remontarse a 1814 para encontrar una encíclica firmada fuera de los muros del Vaticano. Pío VII con Il trionfo anunció desde Cesena que recobraba los Estados Pontificios. Francisco está a punto de imitar ese gesto desde Asís para poner en valor Fratelli tutti

Victoria Isabel Cardiel C.
El Pontífice reza ante la tumba de san Francisco, en Asís, el 4 de octubre de 2013. Foto: Efe / Gian Matteo Crocchioni

Es una imagen que pasará a la historia. El Papa firmará su tercera encíclica el próximo 3 de octubre ante la tumba de san Francisco de Asís, el santo de la humildad, de la pobreza, del amor a Dios y a todas sus criaturas. Hay que remontarse al siglo XIX para hallar una encíclica firmada fuera de los muros del Vaticano. En 1814, con Il trionfo, Pío VII anunció al mundo desde su ciudad natal, Cesena (norte de Italia), que recobraba los Estados Pontificios tras sufrir un secuestro y un exilio forzado por Napoleón. Francisco está a punto de imitar ese gesto desde Asís para poner en valor que todos somos hermanos, Fratelli tutti.

San Francisco, el hombre que mejor encarna en la Iglesia la renuncia a los bienes materiales, es el eje conductor que ha guiado los textos del Papa. En Laudato si el Papa evocó la belleza poética del Cántico de las criaturas, y en su tercera encíclica, Fratelli tutti, se sirve de una antología de las máximas de sabiduría del fundador de los franciscanos para reivindicar la fraternidad, no como una teoría abstracta, sino como don concreto de Dios.

El santo es una presencia constante en sus casi ocho años de pontificado. Tal y como detalló en su primer encuentro con la prensa internacional, eligió su nombre pontificio después de que el cardenal brasileño Claudio Hummes le encomendara una misión: «No te olvides de los pobres». El Papa explicó entonces: «Pensé inmediatamente en Francisco de Asís. Después, mientras seguía el escrutinio hasta completar el resto de votos, pensé en las guerras y Francisco es el hombre de la paz, el hombre que ama y custodia todo lo creado. Así surgió el nombre en mi corazón».

En los medios

El franciscano Enzo Fortunato dirige la sala de prensa del convento de Asís. Es una cara conocida de la televisión pública italiana, donde presentó el documental Diezmados, con el que daba voz a los cristianos perseguidos por el ISIS en el norte de Irak. Licenciado en Psicología y doctor en Teología, colabora con diarios como el Corriere della Sera o Avvenire.

Su visita a la localidad italiana de Asís, un remanso de paz que ha sido el escenario de numerosos encuentros entre líderes religiosos para pedir el fin de las guerras, será un evento privado y sin fieles, pero las cámaras de televisión no perderán detalle. «Hay una estrategia clara de comunicación detrás. Es la primera vez que el Papa viaja fuera de Roma desde el inicio de la pandemia, lo que sin duda llama la atención mediática», asegura el sacerdote Enzo Fortunato de la oficina de prensa del convento de Asís. Este gesto de gran simbolismo revela a su vez el deseo del Pontífice de regresar a la raíz del fundador de la orden de los franciscanos: «Volver a san Francisco es volver al corazón del Evangelio. Él dice que la regla para la vida de los hermanos menores es observar y vivir el Evangelio, y resalta que cada vez que vemos a un hermano, vemos a Dios. Con eso está dicho todo. El Papa nos está recordando que hay que volver al Evangelio, como lo hizo Francisco».

Para el sacerdote italiano, la fraternidad no es solo territorio del carisma franciscano, sino que atraviesa la identidad de todo cristiano: «Es una entrega total hacía los demás. Es la vocación de servicio que está en las raíces del cristianismo. Este principio es hoy más necesario que nunca. No podemos seguir anteponiendo los intereses de unos pocos. De esta crisis no se sale con el egoísmo y el descarte, sino todos juntos».

Un mensaje extramuros

Fratelli tutti se publica cuando las consecuencias de la pandemia han socavado todavía más la brecha entre ricos y pobres. Por eso el mensaje del Papa está revestido con «un valor añadido», para «comprender la urgencia de la fraternidad y la amistad social en un mundo herido». «No podemos continuar alzando muros y trazando fronteras», resuelve el sacerdote franciscano. Su mensaje no propondrá nuevos temas para la Iglesia, pero conseguirá prodigarlos incluso más allá de la esfera cristiana. «El Papa hace una invitación a toda la humanidad que trasciende cualquier frontera de nación y religión. La encíclica tendrá un eco global porque el mundo entero necesita más Franciscos. Más hombres y mujeres de paz, humildes, y que amen a los pobres», incide el padre Fortunato, que no logra disimular el orgullo que supone para todos los franciscanos la decisión del Papa. «Hemos sentido la misma emoción que cuando el Santo Padre se asomó al balcón y dijo que había elegido Francisco como nombre para guiar la barca de Pedro. Ha sido como una primavera porque encarna el programa social de Francisco de Asís».

El Papa saluda al gran imán de Al-Azhar Ahmad Al-Tayyid después de firmar el documento sobre la fraternidad humana en Abu Dabi, en 2019. Foto: AFP / Vincenzo Pinto

Se trata de la tercera encíclica de este pontificado. Francisco firmó en 2013, escrita a dos manos con su predecesor, Benedicto XVI, Lumen fidei, donde señaló que «la fe es vehículo para la paz y que el nombre de Dios es paz». Y en 2015 publicó Laudato si, en la que destacó la importancia de una «ecología integral» que subsane la «relación enferma que el hombre ha trazado con la creación», de la que «no somos patrones, sino custodios». «Fratelli tutti nos lleva a una Iglesia pobre y para los pobres, una iglesia que es portadora de la fraternidad», concluye el franciscano.

El Papa lleva años promoviendo la fraternidad. En febrero de 2019 viajó Emiratos Árabes Unidos y firmó junto al gran imán de Al Azhar, Ahmad Al-Tayyib, un documento sobre la fraternidad humana, por la paz mundial y la convivencia común. Este documento, considerado una clave fundamental para el robustecimiento de las relaciones entre el cristianismo y el islam, ha sido el preludio de la nueva encíclica del Papa. Un texto muy necesario para que las heridas de la pandemia dejen de escocer.

¿Quién fue el Poverello de Asís?

1-. Su nombre de bautizo era Juan, pero la gente lo apodó Francesco (el francés) porque su padre, un adinerado mercader de telas, estaba en Francia cuando nació.

2-. Cuando tenía cerca de 19 años, antes de su conversión, se unió al Ejército y luchó en una guerra que se libró entre las ciudades de Perugia y Asís. Estuvo prisionero durante un año.

3-. Para fundar la orden de los franciscanos se inspiró en el Evangelio de Mateo 10, 9, cuando Jesús dice a sus discípulos: «No lleven oro, plata o monedas en el cinturón» cuando viajen para predicar la Buena Noticia.

4-. Al principio el Papa Inocencio III no estaba convencido de darle su apoyo. Pero tuvo un sueño muy especial en el que vio a Francisco sosteniendo con su cuerpo la basílica de San Juan de Letrán, la catedral de la diócesis de Roma, que estaba a punto de derrumbarse.

5-. Fue declarado santo por el Papa Gregorio IX el 16 de julio de 1228, y al día siguiente el Santo Padre puso personalmente la primera piedra de la nueva basílica de San Francisco de Asís.