La Virgen de Vicálvaro - Alfa y Omega

La Virgen de Vicálvaro

La devoción a la Virgen de la Antigua, patrona del distrito, culminó con su coronación canónica, de la que ahora se celebra el quinto aniversario

Begoña Aragoneses
Virgen de la Antigua, en la iglesia de la que es titular. Foto: Hermandad de la Virgen de la Antigua y Nuestra Señora del Carmen

«El día de la coronación no se cabía en la iglesia de la gente que fue». Agustín Fernández, hermano mayor de la Hermandad de la Virgen de la Antigua y Nuestra Señora del Carmen, rememora la coronación canónica de su primera titular en 2015, a pocos días del quinto aniversario, este domingo, 29 de noviembre. No oculta su añoranza porque este año será todo distinto en la parroquia Santa María la Antigua de Vicálvaro. «La gente sigue teniendo mucho miedo», explica Agustín, y el párroco, Julián Nicolás, apunta otras dos circunstancias: el aforo se ha visto reducido al 50 % (160 personas) y la mitad de la feligresía se encuentra sometida a restricciones de movilidad por la pandemia.

Pero la Virgen, que nunca abandona a sus hijos como recuerda el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, hará una salida breve alrededor del templo y además estará especialmente guapa para la ocasión. Estrenará, en la parte frontal de la corona, una medalla con la imagen de san Juan XXIII, y alrededor, un cordón dorado. La corona en sí, que usó por primera vez en la coronación canónica, se hizo con oro y plata regalados: «Con anillos, cadenas a incluso una alianza de boda de una viuda –cuenta Agustín–, y por eso es mucho más emotivo y sentimental». Se realizó según el modelo antiguo, que aún se conserva, incorporando una cruz en la parte alta y la figura de la paloma, como imagen de la «venida del Espíritu Santo y María, madre de la Iglesia», colgada entre la corona de la cabeza y la aureola. Ese día, la Virgen estrenó también unos pendientes y una pulsera hechos con un collar de perlas donado, y un pañito para el Niño Jesús «bordado con mucho cariño» por devotas.

La coronación canónica de la Virgen de la Antigua resaltó una devoción muy extendida en Vicálvaro, de la que dan fe el párroco –«Ella convoca la historia de Vicálvaro»– y Agustín, toda su vida (53 años) en el barrio, de padres nacidos allí y con sus bisabuelos enterrados en el cementerio parroquial, uno de los más antiguos de Madrid. A Ella han acudido también en esta pandemia, cuando en la primera ola pasaron de tener ocho o diez entierros al mes a dos, tres e incluso hasta cuatro al día. «Ha sido horrible –reconoce el padre Julián–; ahora, de momento y gracias a Dios, todo está normal».

La talla actual de Santa María de la Antigua, en madera estucada, es una copia hecha en el año 1940 en Valencia a partir de una fotografía de la original, que había sido quemada en la guerra civil. «Pero esta es más guapa, más esbelta, más alta y más morenita», explica el hermano mayor, que da cuenta de algunos de sus detalles más escondidos, como que tiene agujeros en las orejas para los pendientes –«tiene muchos pares, todos regalados»– y que hasta los zapatos, que apenas asoman por debajo del vestido, están pintados. La técnica: al óleo, con la que se decoró también la ropa y el manto, que lleva recogido en la mano izquierda, con la que también sujeta al Niño.

Rosario de niños

Los actos de conmemoración de este quinto aniversario, que en principio iban a desarrollarse durante todo el mes de noviembre, se han reducido a este fin de semana. Con el lema Con María, Reina de la familia, anunciamos a Jesús, «por estar en línea con el Plan Diocesano Misionero», explica el padre Julián, comenzarán este viernes con un rosario de niños. «Lo rezan ellos, un padrenuestro y tres avemarías cada misterio, con dibujos que estoy preparando ya». El sábado habrá una vigilia y el domingo el cardenal Osoro presidirá la Eucaristía, a las 11:00 horas, a la que seguirá la salida de la Virgen en andas, no en carroza. Además, el arzobispo se quedará a la catequesis de los más pequeños, que este curso se hace en el propio templo después de la Misa de las familias.

Declarada bien de interés cultural

La iglesia de Santa María la Antigua de Vicálvaro fue declarada bien de interés cultural en 1997. El primer documento sobre la parroquia data de 1427, cuando era su párroco Benito Fernández, y más de un siglo después, en 1592, queda constancia de una provisión real dictada por Felipe II para hacer obras de ampliación en el templo. En 1602 se realizó el retablo y en 1760, un órgano que se instaló en el coro y que desapareció en la guerra civil.

Se conservan libros de registro de bautismos, matrimonios y defunciones desde el siglo XVII. Entre 1992 y 1998 se llevó a cabo una importante restauración; en el año 2000 se inauguró oficialmente el nuevo retablo, y en 2013, el nuevo órgano. Todo, costeado con suscripciones populares de los vecinos del barrio.