Una ración de alegría en Navidad - Alfa y Omega

Una ración de alegría en Navidad

La Iglesia y distintas entidades sociales tiran de creatividad y reparten táperes estos días para que nadie se quede sin una comida especial

Begoña Aragoneses

Por lo menos una vez al año, Paulina tiene la posibilidad de «desconectar de todo». Te invito a cenar es para ella «un momento de felicidad porque se olvida uno de los problemas». Se olvida de cuando su marido la abandonó con cinco hijos, se olvida de los años que vinieron de sacrificios y, en este duro año, se olvida de que se tuvo que ir a vivir a una habitación alquilada con su madre y dos de sus hijos porque perdió su trabajo –y por tanto su piso– como empleada de la limpieza.

Paulina y su familia llevan participando en Te invito a cenar desde la primera edición, hace ya ocho años, gracias a Bocatas, la ONG que la ayuda desde que se quedó sola. La pandemia ha obligado este 2020 a suprimir la cena presencial, siempre el domingo más cercano a Nochebuena, pero los menús se enviaron a las casas de 1.000 comensales en Madrid, Villanueva de la Cañada, Parla, Torrelodones y, por primera vez este año, la iniciativa se replicó en Soria y Bilbao.

Está promovida por Compañía de las Obras –que integra obras sociales caritativas como Cesal o Bocatas–, cuyo director, Ettore Pezzuto, importó la idea de su Italia natal: «Allí se hacía con indigentes, pero aquí lo adaptamos para las familias y personas a las que asistimos todo el año». Y además, con un estilo muy particular porque la cena la elaboran chefs de renombre, que comparten mesa con los invitados y con los voluntarios. «No solo te invito a una cena –también económicamente–, sino que quiero cenar contigo» y «celebrar la Navidad».

Al hogar de Paulina, la caja con el menú de Te invito a cenar llegó este pasado domingo cerca de las 19:00 horas después de que chefs y voluntarios la estuvieran preparando durante el fin de semana. La familia la esperaba con ganas: era el momento en el que podrían estar todos –Paulina, su madre, sus hijos y sus nietos– sorteando las inminentes restricciones para las grandes celebraciones navideñas en Madrid.

Cena para los amigos de la calle

La nueva forma de organizar Te invito a cenar responde a lo que Tíscar Espigares, responsable de la Comunidad de Sant’Egidio en Madrid, explica: «Crece la pobreza y el desconcierto, pero también la solidaridad y la creatividad en estos tiempos de pandemia». Por eso «hay incluso más alegría que otros años», la misma con la que Sant’Egidio llevará este viernes, día de Navidad, una comida caliente a los más de 1.000 amigos de la calle, pobres y personas sin hogar.

Los sin techo del centro de Madrid también tendrán su cena de Nochebuena gracias los voluntarios de Nadie sin cenar, muchos de Cáritas Universitaria de Madrid. La iniciativa, que fue puesta en marcha por el hostelero Jorge García hace siete años, llegará a 350 personas sin hogar, que no son «gente que ha venido de Marte y los han dejado en la calle», sino personas que «sobre todo necesitan compañía». Por eso este año se ha ampliado el tiempo de reparto y acompañamiento, desde las 18:00 hasta las 20:30 horas. Otras 150 personas podrán ir esta Nochebuena al Congreso de los Diputados a recoger, de manos de Meritxel Batet, presidenta de la Cámara, y del padre Ángel García, presidente de Mensajeros de la Paz, una caja con un menú especial.

En el distrito madrileño de Puente de Vallecas, uno de los más golpeados por la pandemia, los beneficiarios del comedor social y de la Cáritas parroquial de San Ramón Nonato recibirán menús del proyecto Comedores con Alma de la Fundación “la Caixa”. Ante la imposibilidad de hacer la cena de forma presencial –se reservará este año para los 20 residentes de los hogares de acogida– se repartirán 1.000 menús esta Nochebuena.

La parroquia San Miguel y San Sebastián (Valencia), que otros años se convertía en un cenáculo para 280 personas sin hogar el día de Navidad, atenderá este año a 300, porque se suman las familias más necesitadas, y con menús para llevar. Por la mañana, voluntarios harán la ruta del caldo por las casas de los feligreses que preparan el primero y que se llevará en termos a la parroquia; el segundo, un guiso de pollo y gambas, lo sufraga una donación personal. Los comensales podrán ir a las 19:30 horas a recoger su cena.

Apadrinar cenas o comidas de Navidad es otra fórmula. Así lo han hecho en las parroquias Los Cuatro Evangelistas de Jerez (Cádiz) o San Josemaría (Valencia). Esta última propone Comparte tu cena de Nochebuena mediante una transferencia o un donativo por Bizum para sufragar la cena de una persona o de una familia completa a partir de diez euros.

Avanza ONG, que trabaja con 120 instituciones benéficas durante todo el año, solo podrá servir las cenas de Nochebuena «en centros de convivientes, y llegarán a 200 personas», explica Alberto Ascaso, responsable de Relaciones Institucionales, pero esto se ha suplido con el envío de cestas de Navidad a 5.000 familias, casi el triple que el año pasado. «Gracias a Dios, igual que hemos notado mucha necesidad, también mucha solidaridad», concluye.