Vittorio Scelzo: «Un hombre puede renacer, aunque sea anciano» - Alfa y Omega

Vittorio Scelzo: «Un hombre puede renacer, aunque sea anciano»

Para salir de esta crisis, debemos «reconciliarnos con nuestras raíces», asegura el encargado de la Pastoral de los Ancianos del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida

Victoria Isabel Cardiel C.
Scelzo en la rueda de prensa de presentación de la Jornada Mundial de los Abuelos, el 22 de junio. Foto: Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida

El tema elegido por el Papa para esta primera Jornada Mundial de los Abuelos y de las Personas Mayores es «Yo estoy contigo todos los días». ¿Cuáles son las claves de lectura?
Me vienen a la cabeza las imágenes terribles que nos ha dejado la pandemia; ancianos que han muerto sin poder despedirse de nadie en las residencias, en los hospitales. Ha sido un año de soledad, sin poder ver a sus hijos o nietos. La Iglesia tenía que decirles a estas personas que estamos con ellos.

¿Cómo han organizado este día?
El Papa celebrará una Misa en la basílica de San Pedro. Será su primera iniciativa pública –después del ángelus– desde que fue operado del colon. También hemos dado indicaciones a las diócesis y a las parroquias para que pongan a los mayores en el centro de la vida de las comunidades, pero no solo en casos de emergencias, cuando ya es demasiado tarde. Para ese día en concreto proponemos celebrar una Misa donde ellos sean los protagonistas. Además, se podría realizar un memorial leyendo los nombres de las personas que han fallecido a causa de la pandemia. Muchos han muerto sin tener un funeral. Lo tercero es visitar a los ancianos que están solos.

El Papa en su mensaje invita a los ancianos a seguir soñando.
No se trata de un documento sociológico. El Papa se identifica como un anciano más. Se dirige a ellos directamente y les dice: «Tenéis una misión entre manos». La tarea de reconstruir un mundo nuevo tras la pandemia. Necesitamos su experiencia, su oración, sus sueños. Tenemos que aprender de ellos que esta dura prueba no ha sido ni la primera ni la última que hemos vivido como sociedad. Muchos han vivido una guerra y saben lo que es soñar con la democracia, con la justicia, con un mundo sin pobreza, un mundo de paz…

Pero hoy en día son muchos los ancianos que se sienten un peso para la sociedad.
Creo que todos tenemos que hacer un esfuerzo por recomponer la fractura entre los ancianos y las demás generaciones. Los mayores pueden ayudarnos a no estar enganchados solo al presente. El Papa Francisco dice que un hombre puede renacer, aunque sea anciano. Y se pone él mismo de ejemplo, que recibió la misión de guiar la barca de Pedro cuando había pensado en jubilarse.

En esto el diálogo intergeneracional es fundamental.
El Santo Padre quiere decirnos que los jóvenes, los adultos y nuestra sociedad se salvan por sí solos sin los ancianos. Para salir de la crisis mejores, y no peores, es necesario que toda sociedad se reconcilie con sus raíces.

De tú a tú

«La pandemia ha sido una tormenta inesperada y violenta, una dura prueba que ha golpeado la vida de todos, pero que a nosotros mayores nos ha reservado un trato especial, un trato más duro», asegura el Papa en el mensaje, hablando de tú a tú a los ancianos. «Pero incluso cuando todo parece oscuro, el Señor sigue enviando ángeles para consolar nuestra soledad y repetirnos: “Yo estoy contigo todos los días”. Esto te lo dice a ti, me lo dice a mí, a todos».