Proyecto Repara da voz a las víctimas: «Hay buenos que no denuncian a los malos» - Alfa y Omega

Proyecto Repara da voz a las víctimas: «Hay buenos que no denuncian a los malos»

En el marco de las VI Conversaciones PPC, el equipo de Repara subraya que la víctima de abusos debe ser siempre el «punto de partida» y el cardenal Osoro adelanta la intención abrir una «reflexión honda» para «transformar la sociedad»

Rodrigo Pinedo
Lidia Troya (tercera por la izda.) junto a varios de los ponentes en el encuentro organizado en colaboración con Instituto Superior de Pastoral. Foto: PPC / Jesús G. Feria.

«No abusó solo una persona de mí, abusa una comunidad entera que lo permite. La culpa de que haya malos en la Iglesia es que haya buenos que no denuncian a los malos». Con este testimonio real de una víctima Lidia Troya arrancó su intervención en las VI Conversaciones PPC, celebradas la semana pasada con el tema ¡Nunca más! Abusos de poder, conciencia y sexual en la Iglesia de hoy.

La responsable de primera acogida y coordinadora de atención del Proyecto Repara, de la archidiócesis de Madrid, abogó por abordar los abusos siempre con las víctimas como «punto de partida». Se trata, detalló, de ser conscientes de que «detrás de cada voz hay una vida rota», alguien que ha sufrido un daño profundo –también espiritual– y que ha tenido que sobrellevarlo en silencio, sintiendo muchas veces culpa y vergüenza. Después de haberse encontrado con más de 250 personas abusadas, también en otros entornos, reconoció que ha ido aprendiendo a acompañarlas y reclamó aparcar prejuicios, consejos y «frases hechas» para escuchar de verdad, que es «dejarse afectar desde el encuentro con el otro».

Troya insistió en que es clave creer a las víctimas, dejar que expresen su dolor, sin resultar inquisitoriales, y que lo hagan a su ritmo, ni dilatando el proceso con toda la incertidumbre que ello genera ni con «recetas mágicas». «Las propias personas afectadas nos dicen que el abuso es como un tatuaje. […] Lo sucedido no se puede deshacer, pero sí se pueden tratar las huellas del trauma en el cuerpo, en la mente y en el espíritu. […] El abuso no se va a olvidar nunca, pero sí se puede elaborar, resignificar e integrar en la propia vida», aseveró, lanzando un mensaje de esperanza.

Abusos también de adultos

En esta línea, en la misma jornada, el vicario para el Desarrollo Humano Integral y la Innovación de Madrid, José Luis Segovia, afirmó «la mala gestión de la crisis de los abusos por parte de la Iglesia», a veces con «actitudes negacionistas y poco respetuosas con las víctimas», ha tenido «consecuencias nefastas» y ha introducido «una sombra de sospecha sobre un colectivo de curas y agentes de pastoral que mayoritariamente desempeñan su tarea con generosidad y honradez».

Tras remarcar la urgencia de afrontar los abusos no solo contra menores, sino también contra personas adultas y, singularmente, los que se producen contra religiosas, Segovia destacó que la «asimetría relacional» y el «prevalimiento» de la persona abusadora sobre la víctima es un elemento determinante del abuso. Y abogó por revisar la relación entre el poder y el ejercicio del ministerio presbiteral, cuidar la formación sacerdotal y «darle una nueva vuelta al libro VI del Código de Derecho Canónico», dotándolo de más seguridad jurídica.

«La verdad hace libres», concluyó Segovia, poniendo el foco en que solo afrontando los casos que aparecen dentro de la Iglesia se puede pedir a la sociedad que aborde el problema de los delitos contra la indemnidad sexual. Un punto que conecta con la nueva propuesta que lanzó el arzobispo de Madrid, denominada Transforma. Después de poner en valor el trabajo que está realizando Repara y de subrayar que «en la Iglesia nunca tendrían que haberse dado» los abusos, el cardenal Carlos Osoro lamentó que «algo está pasando en nuestro mundo para que estas situaciones de abuso de conciencia, poder, sexual se den» y adelantó que la idea es «hacer una reflexión seria, honda, y dar la ayuda necesaria para transformar esta sociedad».

Más voces

Hans Zollner, SJ.
Comisión Pontificia para la Protección de Menores

«La primera tarea de la Iglesia es acabar con los escándalos y limpiar lo que hay que limpiar».

Alfredo Dagnino.
Cremades & Calvo-Sotelo

«Verificamos cómo se están haciendo las cosas en la Iglesia: el estado de la cuestión, qué medidas se han ido adoptando para prevenir casos y cómo han ido funcionando los sistemas de reparación»